Del total de las deudas, 250 millones de pesos corresponden a obras edificadas o en proceso de construcción, son parte de los pendientes que dejará Juan Manuel Gastélum Buenrostro a quien lo relevará en la Alcaldía de Tijuana. Para cubrir esos compromisos a corto plazo, el gobierno de Arturo González Cruz podrá disponer de 460 mdp en recursos federales etiquetados, aún no depositados en las arcas municipales
A 395.2 millones de pesos ascienden los pasivos acumulados que la administración de Juan Manuel Gastélum Buenrostro heredará a la que encabezará Arturo González Cruz.
La mayor cantidad de ese adeudo, 250 millones de pesos, “El Patas” la acumuló durante 2019, en los últimos meses de su periodo de gobierno, al no cubrir el pago total de la obra contratada para el presente ejercicio fiscal, cuya liquidación dependerá del flujo de efectivo de los pagos de impuestos y derechos que realicen los ciudadanos durante el último trimestre del año.
En la caja de la Hacienda municipal, pese a ponderar finanzas sanas y haber logrado mayores ingresos vía recaudación, el gobierno de Gastélum dejará solo 200 millones de pesos para el pago de aguinaldo de los trabajadores municipales, correspondiente al periodo de enero al 30 de septiembre de 2019, cantidad que certificará ante notario público para garantizar que la próxima administración lo aplique en el rubro etiquetado.
Como presupuesto adicional dejará 460.4 millones de pesos, pero este recurso no estará depositado en las arcas municipales, ya que se trata del saldo de recursos etiquetados y pendientes de recibir del Gobierno Federal.
“Esto es lo que le va a dar la suficiencia presupuestal al próximo Ayuntamiento municipal de Tijuana”, expuso el tesorero Ricardo Chavarría Morales, durante la Glosa del Tercer Informe de Gobierno.
LOS PASIVOS
De los 395.2 millones de pesos que Juan Manuel Gastélum Buenrostro dejará pendientes de pago, 250 millones corresponden a compromisos de pago contraídos en el último año de su gobierno. Chavarría Morales advirtió que por cuestiones administrativas, el pago de esa cantidad podría diferirse al próximo gobierno.
“El pasivo de 2019 es de obras en proceso, el cual se cubre con el flujo de efectivo que se tiene”, dijo el tesorero a ZETA.
El resto del monto por pagar deriva de los tres años anteriores, correspondiendo 48 millones 326 mil 226 pesos a deuda no cubierta en 2018, de obra ya ejecutada cuyo pago no ha sido posible efectuar por haber registrado alguna observación administrativa. “El contratista tuvo alguna sanción, alguna multa y no ha venido a solventarlo, mientras que no pague la multa no le podemos pagar”, aseveró Ricardo Chavarría.
En 2017, el gobierno de Gastélum acumuló un pasivo por 341 mil 414 pesos, correspondiente a “liquidaciones de laudos que los trabajadores que demandaron y no acudieron a cobrar su cheque, no podemos desaparecer ese pasivo hasta que no se cobre”, anotó Chavarría Morales.
El resto del déficit presupuestario que la próxima administración deberá cubrir, deriva de montos no cubiertos en 2016 por 96.6 millones de pesos. De esa cantidad, 19 millones no han sido cubiertos a contratistas porque la Federación, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), no envió el recurso comprometido. “Hasta el día de hoy seguimos reclamando a la Sedatu ese recurso que no envió en forma y tiempo y sigue existiendo ese adeudo a los contratistas”.
Al no reclamar el Partido Revolucionario Institucional (PRI) un pago de 7 millones de pesos, correspondiente al descuento que se hizo vía nómina a los trabajadores durante 2016 -de acuerdo a un convenio firmado por el XXI Ayuntamiento debía ser entregado a ese instituto político-, la cantidad no cobrada aumentó el pasivo generado durante ese ejercicio fiscal.
Los 49.2 millones de pesos restantes del déficit presupuestal que se arrastra de 2016 corresponden al cobro reclamado por la empresa G&G “por un trabajo que no realizó, lo cual fue denunciado por la pasada administración municipal y estamos en espera de que en estos días Sindicatura libere el procedimiento de responsabilidad, con el fin de poder depurar ese activo que se presenta como un adeudo, pero que no lo es”, subrayó el tesorero.
Respecto a los adeudos pendientes, la mayoría a cubrirse a corto plazo como el pago de obra, el funcionario municipal los consideró mínimos, “nadie ha dejado pasivos tan bajos”.
OBRA PENDIENTE
Durante su periodo de gobierno, Juan Manuel Gastélum Buenrostro ha manejado ingresos al Ayuntamiento por el orden de los 19 mil 437 millones de pesos, entre recursos federales, estatales e ingreso propio.
De presupuesto ejercido, dispuso mil 948.8 millones de pesos para invertir en obra, principalmente bacheo, mantenimiento de infraestructura pluvial y desarrollo de obra social fondeada con recurso federal.
En su gestión de casi tres años, “El Patas” sostuvo haber logrado ahorros que le permitieron programar 453 acciones de obra pública por 646.6 millones de pesos.
De ese ahorro calificado como recurso extraordinario, durante 2017, 2018 y 2019 adquirió 48 vehículos por 6.5 millones de pesos para la operatividad diaria de diversas dependencias; adquirió camiones recolectores de basura para complementarlos con los que rentó; edificó la Casa de la Cultura de Cerro Colorado; compró equipo estructural por 73.2 millones para Bomberos y rehabilitó el Bulevar Cucapah con una inversión de 220 millones, entre otras acciones.
Sin embargo, a pesar de estar estos proyectos programados con economías logradas durante la actual administración, algunos no los alcanzará a ejecutar el gobierno en turno, por no contar con la liquidez suficiente para ello, por lo que el XXIII Ayuntamiento los tendrá que terminar con el flujo de dinero que se genere en los meses subsecuentes.
Entre esos proyectos está la rehabilitación del campo de beisbol de la Unidad Deportiva “Benito Juárez”, para el cual se aprobó una partida de 5 millones de pesos de recursos extraordinarios, pero a la fecha no se ha licitado.
De esta obra, el regidor Manuel Rodríguez Monárrez demandó al tesorero Ricardo Chavarría explicar por qué no se ha llevado a cabo si el recurso se tenía disponible desde que fue aprobado por Cabildo, en febrero de 2019.
El funcionario argumentó que no se ha ejecutado porque “se tiene a bien llevar a cabo este proceso de licitación que se ha complicado, porque no solo era hacer una obra, había que hacer un proyecto de calidad en el que se viera reflejada esa cantidad y que realmente sea un proyecto de gran utilidad”. Afirmó que el recurso se encuentra depositado “en una cuenta específica”.
De los 19 millones de pesos aprobados en diciembre de 2018 para la reparación de las estaciones de Bomberos, solo se han ejercido 9.9 millones.
El Centro de Redes Integrales para la Formación de Adolescentes (RIFA), es otra de las obras inconclusas programada a ejecutarse con una inversión de 40 millones provenientes de ahorros, proyecto que la administración de Gastélum Buenrostro se comprometió a inaugurar el 13 de septiembre de 2019. A la fecha la obra registra solo un 50% de avance.
En el programa de acciones a ejercer con recurso extraordinario se integró el programa de becas de transporte a estudiantes, denominado Raite, en el cual se proyectó una inversión acumulada de 26 millones de pesos por tres años.
No obstante, para llevarlo a cabo “El Patas” convino con las doce empresas de autotransporte público que participaron, permutar el pago de la renovación de las concesiones a 30 años. El costo fluctuó entre 1.5 y 3.6 millones de pesos.
Al respecto, el tesorero Ricardo Chavarría Morales aclaró: “Habrá algunos rubros que no se han ejercido -de acuerdo a lo programado-, porque en ese momento no teníamos la liquidez; se van retrasando los proyectos porque nos vamos asegurando que lo que se comprometa a través de un instrumento jurídico, por parte Oficialía Mayor en la Dirección de Adquisiciones, esté debidamente sustentado con el recaudo propio´, o a través de las participaciones federales para poder salir avante”.