Un total de 26 toneladas de diversas drogas fueron incineradas esta mañana en las instalaciones del Campo Militar Aguaje de la Tuna, un hecho que para las autoridades federales y estatales es histórico, por la cantidad y el “duro golpe” que significa para el narcotráfico.
Del total de narcóticos, fueron 23 toneladas 919 kilos de marihuana, una tonelada de metanfetamina, 19 kilogramos de morfina y el resto de drogas como clonazepam, amapola, heroína, fentanil, entre otras.
Durante la ceremonia previa a la incineración, Victorino Porcayo, delegado de la Fiscalía Federal de la República (FGR) en el estado, señaló que sin duda se trata de un duro golpe al narcotráfico, además que se logra sacar del mercado tal cantidad de droga la cual ya no estará al alcance de la ciudadanía.
Resaltó que Baja California, por su posición geográfica, resulta estratégico para los grupos de delincuentes dedicados a la actividad ilícita de la venta y trasiego de drogas, impulsados también por la alta economía del estado vecino de California, que les genera expectativas de consumidores y altas ganancias.
Por tal motivo, dijo, se realizó el evento, como una instrucción y demostración de la coordinación que tienen las autoridades para evitar que esta droga no llegue a los ciudadanos.
Destacó que entre las corporaciones, en las que destaca la Guardia Nacional, hay la firme convicción de seguir su lucha en contra de esta situación y cualquier otra actividad ilícita que se presente y atente contra la paz y la seguridad de los ciudadanos.
Finalmente dijo que esta actividad de la incineración de la droga también se hizo en 19 estados más de la República, como una forma de refrendar el compromiso de garantizar la seguridad de todos los mexicanos.
En el evento estuvieron presentes el Comandante de la Segunda Zona Militar, general Pablo Alberto Lechuga; el gobernador electo, Jaime Bonilla; el secretario Técnico de Seguridad Pública Federal en BC, Isaías Bertín Sandoval; entre otros.