La noticia sobre la elección de comités estatales de Morena tiene diversas lecturas. La que salta es que las cúpulas caciquiles reconocen que en democracia limpia y pura nunca pueden con las bases; y la otra, burda y vulgar, busca desanimar el trabajo de campo de la militancia y tocarle la cola al león (de salirse de un elefante anestesiado con sus consecuencias).
AMLO dejó en manos empresariales puntos clave -uno de ellos, el partido; el otro, Alfonso Romo y su conflicto de intereses- en un discurso que, al no ser parejo, es esquizofrénico y la honestidad muy relativa.
El miedo y terror a las demandas de profundizar la democracia de la gente, la atención a sus problemas en los tres niveles que han dividido el país por sus características de índices de pobreza (más agudos en el sur y el centro de la República) y las cúpulas empresariales están serruchando el piso al Presidente.
Por las decisiones, parece que el Presidente en funciones en ciertos terrenos es consejero y en otros es privilegiado empresario, como el proveniente de la ultraderecha, Alfonso Romo (sí, el citado por Carlos Urzúa en su renuncia como a quien se le cruzan sus personales intereses con la misión de un gabinete popular y democrático).
La declaración el pasado fin de semana sobre la aplicación de las antidemocráticas, infaustas y falsas encuestas patito -a una cuestionada propuesta de AMLO- y el eco presidencial en Morena a través de la empresaria con afanes de relección, Yeidckol Polevnsky, secretaria general del Comité Nacional de Morena, son prueba de que las bases de este movimiento derrotaron a las cúpulas primorosas.
Pero la apuesta de arriba es a la figura con el 60-80% de popularidad o aceptación del tabasqueño, según la encuestadora, que se está llenando de contradicciones en el uso del poder más autoritaria que vemos con esta señal; de las “encuestas” a modo, donde ganarán seguramente los que han acumulado bastante capital (simultáneamente, impopulares y hasta repudiados).
Y es que los militantes de abajo, los más auténticos defensores de la democracia económica, social, sindical y política, son la mejor opción; ganarían sobradamente de calle en los 300 distritos si no se hacen trampas, cosa casi imposible en este país de resistencias retrógradas. Y por tanto, las posiciones en el comité estatal serían de las bases que tienen el amor al partido y sus causas necesarias, el tiempo de trabajar en ello, las convicciones materializadas en esfuerzo de campo, los principios y visión de justicia y oportunidades.
A pesar de que se imponga la encuesta, con un Presidente a modo de los empresarios, que están financiando las campañas electorales como manera de hacer sus negros negocios a costa de salud, educación, medio ambiente e infraestructura de las ciudades… Aún con esa situación, se debe de ganar cada distrito para imponer un sello de democracia en la designación -primeramente- de un programa social avanzado que desde Morena limpie y active los ayuntamientos en su misión de servicio comunitario:
La tabla programática de prioridades que la sociedad imponga con la razón de una lógica democrática en los temas de salud, educación, vivienda, trabajo, salarios, etcétera, que provenga de la raíz e identidad comunitaria de los integrantes del comité estatal.
Que no se confundan ni manipulen o vendan la idea de la imposición; no debe bajar la ilusión de ganar los 80 delegados en BC como un reconocimiento a su trabajo de muchos años, una explicación para que suban (y suban significativamente) los ánimos y la moral del trabajo de equipo.
Que se sepa que los derrotamos desde 40 días antes y que, sin confiarnos ni asustarnos por la imposición que se manipulará, ahora la ventaja real es nuestra. Se debe explicar; porque quien aclare la percepción de las ventajas en números y en democracia -primeramente- a ese sector del partido, definitivamente ganará el 12 de octubre en las 300 asambleas de la República.
Ganarán las bases en calidad moral, política y social; pero debemos ganar la seguridad y convicción de que vamos por el camino correcto, colonia por colonia, calle por calle, puerta por puerta, ciudadano por ciudadano y militante por militante.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com