En audiencia llevada a cabo esta mañana, la juez Leticia Larrañaga calificó como feminicidio la muerte de Keyra Maricela González Lavín, por lesiones provocadas por su entonces pareja Jonathan Espinoza Pantoja (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP).
González Lavín falleció el día 12 de noviembre de 2017 en una cama de la Clinica 20 de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió en el 80% de su cuerpo.
Previo a ello, el 18 de octubre del mismo año, la víctima se transportaba por la avenida Televisión, en la colonia Juárez, en el asiento del copiloto en un auto Nissan Frontier, con su ex pareja al volante, luego de que le mencionara que no regresaría con él, por el bien del hijo que tienen entre ambos, Espinoza Pantoja se enfureció e impactó la camioneta contra un muro de contención.
Posteriormente impactó a un auto que circulaba también por la avenida, después el hombre bajó, tomó un bidón con gasolina y lo roció en el cuerpo de Keyra Marisela, para después prenderle fuego.
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Los relatos de los testigos, de la mamá, hermana y amigas de la víctima, de la propia Keyra, quien a pesar de las quemaduras pudo dar su testimonio, además de las evidencias de violencia que Espinoza Pantoja ejercía sobre Keyra de mamera física y verbal, fueron suficientes para que la juez considerara este caso como feminicidio.
Por lo tanto, se fijó una última audiencia para el día lunes 30 de septiembre, en la que ya se realizará la individualización de sanciones y reparación del daño, es decir, para dictar la sentencia a Jonathan Espinosa Pantoja por este delito.
“Se nos hace justicia”: hermana de la víctima
Esther González Lavín, hermana de Keyra, señaló al final de la audiencia que se encuentran satisfechos todos los familiares porque finalmente se les hizo justicia después de dos años, además por el hecho de que se haya clasificado el caso como feminicidio, porque esto le deja la sensación de que las mujeres tienen derechos, sobre todo a una vida sin violencia.
“A veces pensamos que la corrupción gana, pero el hecho de haber estado ahí me demostró que sí hay justicia… fueron dos años de proceso, muy desgastante y doloroso, pero hubo mucha gente que nos ayudó y aunque nada nos va a reparar, sí nos deja más tranquilos porque mi sobrino va a tener una vida fuera de violencia”, dijo.
Finalmente compartió que espera que el próximo lunes se le dicte la sentencia máxima al feminicida de su hermana, que en este caso es de 50 años, pero esperarán a lo que decida el juez en la audiencia.