Si algo le ha sido tortuoso a Arturo González Cruz, alcalde electo de Tijuana, es la etapa de transición. A 57 días de haber recibido por parte del Instituto Estatal Electoral su constancia de mayoría, bien a bien, no ha podido iniciar de manera concreta y eficiente, la transición en el Ayuntamiento que recibirá del panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro, quien gusta que le digan “El Patas”.
En innumerables ocasiones del equipo de González Cruz ha entablado pláticas con funcionarios de Gastélum para dar inicio a los trabajos de la transición, es decir -en términos sencillos-, a la entrega recepción de los documentos que acrediten el manejo de los programas, la inversión de los recursos, el inventario municipal, el seguimiento a las políticas públicas, los dineros en caja, las cuentas por cobrar, las deudas, etcétera.
Pero nada. De primero los gonzalistas se toparon con pared. “El Patas” se mantuvo estoico en eso de iniciar cuando él así lo decidiera y punto. Entonces propusieron una fecha, la primera semana de agosto, por ahí del día 4.
Aun con eso, a finales de julio y condescendientes, los funcionarios panistas que ya van de salida armaron un paquete de información para hacerla llegar al equipo de González. En total eran cuatro lánguidas carpetas con documentos de dependencias de poca importancia y menos movilidad en tratándose de recursos y políticas públicas. Por ejemplo, explicaron los morenistas, no había una sola hoja con información de seguridad pública, tampoco de la Oficialía Mayor, menos de los programas y las inversiones de desarrollo social y ni por asomo un párrafo dedicado a las delegaciones municipales o al recurso erogado en materia de comunicación social. Prácticamente, refieren los gonzalistas, no les entregaron nada de nada.
Ante la insistencia, ahora pública de González Cruz sobre la cerrazón en la administración de Gastélum, la falta de transparencia, de nula disposición para una transición ordenada y el ocultamiento de información, en el Ayuntamiento panista reaccionaron, pero pusieron sus reglas.
Las personas designadas por Arturo González Cruz para recibir por áreas específicas la administración pública, se reunirían con los funcionarios de Gastélum encargados de área de cinco a siete de la tarde, dos veces por semana, a partir del 13 de agosto. Mientras en materia de la oficina de la presidencia, el alcalde electo podrá reunirse con el saliente o su representante dos días por semana, miércoles y el jueves, dos horas cada día.
Obviamente esta situación provoca más sospechas a quienes integrarán el próximo Ayuntamiento, sobre el estado en el que encontrarán la administración municipal. Sospechan que muchos documentos están siendo ocultos o retirados de la administración. Por eso públicamente González Cruz ha dicho que investigará todas las omisiones que encuentre y buscará sean castigadas las conductas erráticas, de corrupción o irregularidades que al tomar posesión, encuentren en la administración municipal.
Por su parte, Juan Manuel Gastélum anda muy tranquilo. Aduce que los próximos funcionarios municipales no tienen idea de cómo es una transición, y declara a los cuatro vientos que él no robó, que no hay irregularidades, pero que vaya -y esto ya lo dice en privado-, se preparará para tener un año mediático muy movido a partir de su salida de la administración municipal.
Tan tranquilo anda “El Patas”, que el miércoles 7 de agosto, muy quitado de la pena, se internó en la Cruz Roja para que le realizaran una cirugía menor que ya tenía programada para extraerle un quiste de la quijada. La intervención lo sacará de la vida pública unos cuatro días, para reintegrarse a las labores propias del todavía alcalde el lunes próximo. Tan tranquilo, que a lo mejor se le olvidó que no ha entregado a los regidores de las minorías, el informe que guarda la administración en el último año de gobierno. Pues aun cuando ofreció un informe de bajo perfil en una desangelada sesión de Cabildo, es su obligación -como lo hizo en años anteriores- entregar el material del informe a los regidores para su análisis, pero no lo han hecho.
Esa tranquilidad de Gastélum no se trastoca ni cuando se entere (si es que no está enterado aun), que en redes sociales se distribuye la captura de pantalla de una conversación digital de su secretario de Gobierno, Leopoldo Guerrero, donde “denuncia” a sus remitentes que González Cruz no ha pagado el Impuesto Predial y que será exhibido, aunque el de Movimiento Regeneración Nacional ya aclaró que en enero pagó todos sus prediales, a excepción de uno, que es una sociedad donde otros también tienen esa responsabilidad y no la han cumplido.
Total que ante la tortuosa vía de la transición en el Ayuntamiento de Tijuana, y la negativa de los funcionarios de Gastélum Buenrostro a entregar información a los representantes de Arturo González Cruz, en el Congreso del Estado, de aplastante mayoría morenista, ya preparan una nueva legislación para regular la etapa de transición en Baja California, en lo que prácticamente es la “Ley Patas”, pues en su caso está la inspiración para regular esto.
Efectivamente, los diputados de la XXIII Legislatura local quieren modificar la Ley para que no haya demoras o procesos irregulares en la etapa de transición local.
Catalino Zavala, presidente del Congreso, dijo que pretenden obligar a los gobiernos salientes iniciar los trabajos de transición al día siguiente que la constancia de mayoría sea entregada a quien haya resultado ganador en la elección. Modificarán, explicó, los artículos 13 y 12 de la Ley de Entrega y Recepción de los Asuntos y Recursos Públicos para Baja California.
Incluso proponen que 90 días previos a la entrega-recepción de la administración, los ayuntamientos salientes cuenten con un testigo de los entrantes para procedimientos de adquisición de productos, servicios y arrendamientos. Además, que durante el mismo periodo, 90 días previos a la toma de posesión, los ayuntamientos salientes no puedan entregar concesiones o permisos. También buscan prohibir que durante ese periodo previo a la conclusión de la administración, se otorguen bases sindicales a empleados de confianza.
Y como la iniciativa es del grupo de Morena y fue presentada por el diputado y próximo secretario de Educación del Estado, Catalino Zavala Márquez, es un hecho que la reforma será una realidad en el futuro cercano.
Y todo porque “El Patas” se puso rejego con la transición.