En el Artículo 60 de la Constitución de Baja California se determinan los requisitos para ser nombrado magistrado del Poder Judicial. En el punto número ocho especifican: “No haber ocupado cargo de elección popular, no haber ocupado cargo de dirigencia de algún partido político, o haber sido titular de una dependencia o entidad de la administración pública federal, estatal o municipal, o Consejero de la Judicatura, durante un año previo a la fecha en que deba ser nombrado”. En estricto sentido, para hacer de nueva cuenta magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado a la licenciada Perla del Socorro Ibarra Leyva, debería pasar un año a partir que dejó la titularidad de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California, hecho que sucedió el 9 de julio de 2019. Otro tema: en la Ley Orgánica el Poder Judicial del Estado de Baja California, se asienta que las licencias temporales a magistrados serán exclusivamente una por año y por un máximo de seis meses, pero como el gobierno del que formaba parte Ibarra contaba con la complacencia del Congreso del Estado. Los diputados le concedieron dos licencias, cada una por tres años. Por eso ahora que la ex procuradora se quiere reintegrar al tribunal, hasta el Sistema Estatal Anticorrupción exhortó al Congreso del Estado a no regresarla a tal posición para no violentar la Ley orgánica. Por eso no sucedió su regreso al Poder Judicial en la anterior Legislatura. El tercer punto: si el Congreso ahora con mayoría absoluta de Movimiento Regeneración Nacional y aliados, decide no reintegrar a la ex procuradora al cargo colegiado en el judicial, el próximo gobernador, Jaime Bonilla Valdez, tendrá una posición para incidir en el nombramiento dentro del Tribunal Superior de Justicia, aparte de las dos designaciones que quedaron pendientes. Así que en ese contexto y por esos tres temas, Perla Ibarra no tiene tan fácil su regreso al tribunal. De que está impedida para hacerlo, lo está. A menos, claro, que su reincorporación sea parte del pacto entre el gobierno saliente y el entrante. Pero total, si no regresa, ya su hijo será notario gracias a la generosidad del todavía gobernador Francisco Vega de Lamadrid.