Durante administraciones pasadas en el Ayuntamiento de Mexicali no se atendió de forma auténtica el combate a la corrupción y era común que se dieran los “moches”, sostuvo el alcalde Gustavo Sánchez Vázquez en su Tercer Informe de Gobierno, asegurando que durante el trienio que encabezó esa “práctica se acabó”.
El edil, que en septiembre próximo concluirá su gestión, sostuvo que durante su administración privilegió la transparencia y la rendición de cuentas, tanto así que presumió que en los tres años de este Ayuntamiento ni a él ni a sus colaboradores los involucraron en ningún escándalo.
Durante su participación en la sesión solemne que se realizó para que el cabildo recibiera el documento del informe de labores, el munícipe dijo que el reclamo de la ciudadanía era terminar con gobiernos opacos y por ello se combatieron “áreas sensibles como nómina, contratos de obra pública, talleres municipales y compras, en donde ahora hay vigilancia permanente”.
Destacó el trabajo en las arcas municipales, en donde se logró dejar recursos suficientes para que su predecesora tenga liquidez y no sufra, como en su caso, para pagar aguinaldos en diciembre. En el mismo tema, destacó el trabajo de su plantilla en la cual le “heredaron” más de 300 trabajadores en condiciones de jubilación pero que no podían hacerlo por falta de recursos; cantidad que se pudo liberar y que cuyos espacios no fueron ocupados por otros trabajadores.
Sin embargo, durante la sesión solemne también hubo reclamos por parte de regidores. Alejandra Ang, de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien recriminó la falta de atención a temas como la violencia hacia la mujer y las personas con discapacidad. Además de la incongruencia en que cayó la administración al poner en funcionamiento el Centro de Atención para Pacientes de Oncología y el Albergue Peregrino para personas en situación de calle, sin la creación de sus respectivos patronatos, para que éstos no representaran una carga financiera para DIF Municipal, ya que a pesar de ser temas sensibles y que en su momento se apoyaron, ahora representan gastos para el municipio y el no gastar más de lo necesario fue el pretexto para no echar a andar, por ejemplo, el Instituto de la Mujer.