Al tratar de plasmar algo que rime
y que lleve mensaje o moraleja,
no habrá vocablo que se subestime
ni sílaba que no tenga pareja.
Ligar catorce versos bien escritos
puede darnos dolores de cabeza,
pero si los hacemos pequeñitos,
adquirimos también cierta destreza.
Mantener motivada a mucha gente
difícil misión es, sin duda alguna,
adoctrinándola con un soneto.
Por eso hay que rimar constantemente
fraseando las palabras una a una
para vencer este difícil reto.
Miguel Ángel Hernández Villanueva.
Tijuana, B.C.
Correo: jomian1958@hotmail.com