En el municipio de La Paz hay en total mil 933 licencias para la venta de alcohol expedidas por el Departamento de Comercio del Ayuntamiento. Desde hace tres semanas se han estado realizando operativos con el fin de identificar aquellos negocios que vendan este producto de manera ilegal.
Algunos de los resultados han arrojado que esta situación es más común en algunas de las delegaciones o subdelegaciones del municipio, así lo comentó el director de Comercio Municipal, Homero Montaño.
“De hecho ahorita llevamos 933 licencias checadas, nos hacen falta cerca de mil por checar. Hemos tenido un poco de conflicto en la cuestión de Todos Santos, dado que encontramos varios lugares con venta de alcohol sin licencia, a los cuales se les realizó las clausuras correspondientes y las multas que se deben”, confirmó Homero Montaño.
Lo que podría detonar en un alto consumo de alcohol en la población, inclusive jóvenes adolescentes que ya tienen adicción a esta sustancia. El Centro de Integración Juvenil ha confirmado a pequeños adictos desde los 12 años, los cuales reciben tratamiento en el centro.
El consumo de alcohol en edades muy tempranas podría perjudicar el desarrollo cerebral. La psicóloga María de Jesús comentó que a la edad de los 12 años, el cerebro inicia una fase de maduración de la cual depende el correcto desarrollo en una edad adulta.
“Una de sus funciones a partir de los 12 años, empiezan las funciones lógicas o formales; el análisis, la síntesis más compleja. Entonces, en ese proceso de cambio, el cerebro con su capacidad de memoria, va produciendo cambios para llegar a la etapa adulta. Si el chico empieza a conectarse con el alcohol, este proceso se puede ir no fortaleciendo, sino degradando”, adelantó la experta en el área.
Aunque se tiene el conocimiento que el consumo de alcohol en menores de edad es ilegal, este continúa ocurriendo y muchas veces se le ve como un inicio, pues es muy fácil de conseguir.
Además, con el consentimiento “inconsciente” de sus padres, pues los descuidan tanto que ni siquiera se dan cuenta que sus hijos llegan a casa intoxicados; en algunas ocasiones son los mismos padres los que proveen de bebidas embriagantes.
“El consumo de alcohol para los menores es algo que legalmente no está permitido. Sin embargo, de todos es sabido que los jóvenes que prueban por curiosidad el sabor y van entrando en esto, es porque a veces es de fácil acceso la compra de cerveza en los súper, en los centros de acopio y demás; entonces, como todo, es un inicio”, lamentó María de Jesús.
Es muy probable que los padres tengan mucho que ver, en ocasiones el maltrato en el hogar los lleva a caminos no explorados en su madurez y si solo encuentran ese camino, es fácil para ellos caer.
Lamentablemente hay padres que, según registros del Centro de Integración Juvenil, han apoyado a la adicción.
“Hemos tenido casos en que los padres te dicen: ʻ ¡Y qué tiene! Para eso trabajo y prefiero que se emborrache en casa a que salga y se haga dañoʼ. Y qué hacemos, por más que les digas esos padres tienen otro chip y sus hijos hoy están en alcohol, pero es muy probable que terminen en otras drogas”, señaló la especialista del Centro.
La educación inicia en casa y que los hijos no lleguen a esto dependerá de las reglas que los padres establezcan sobre el tema, ya que si son omisos, habrá problemas que pueden causar inclusive la muerte.
“Para el menor de edad debe de haber reglas claras. Cero alcohol. La diversión la puedes tener sin necesidad de tomar, pero también tienes que empezar por la casa. El padre de familia le gusta tomar, ya tiene cierta edad sí, pero tiene que tomar con responsabilidad, porque recordemos que somos modelos para los hijos. La diversión no la hace el alcohol, las diversión de la persona agradable, alegre, que te entusiasma, uno lo hace para divertirse. No necesita básicamente el alcohol”, añadió María de Jesús.
La diversión no la hacen las bebidas alcohólicas al contrario, éstas le producen daños al cuerpo y en ocasiones son afectaciones permanentes. Además, una persona bajo los influjos del alcohol pierde sensibilidad y puede ocurrir un accidente.