En verano la Dirección de Bomberos de Tijuana sufre un aumento en la demanda de servicios, cerrando cada semana con un estimado de 500 atenciones, un 80 por ciento son incendios forestales o de pastizales, la mayoría ocurren al Este de la ciudad, donde abundan los terrenos despoblados y descuidados.
A pesar de que la Zona Este también es una de las áreas con mayor concentración poblacional, debido a que aquí se ubican varios desarrollos habitacionales de nueva creación, es también la de mayor déficit en hidrantes, herramienta principal para que los bomberos realicen su labor de control de incendios.
El titular de la dirección, el capitán José Luis Jiménez, compartió a Semanario ZETA que los pocos hidrantes que se tienen en esta demarcación no son funcionales, pues ya fueron vandalizados y no ha sido posible su restauración.
“De los incendios forestales o de pastizales, un 70 por ciento ocurren en la Zona Este, en fraccionamientos como Parajes del Valle, San Pedro Residencial, Valle de las Palmas, Natura, Delicias, y todos esos conjuntos habitacionales que hay a lo largo del bulevar 2000”, informó Jiménez.
Como ejemplo, indicó que entre los fraccionamientos Delicias y Natura se contabilizan apenas 30 hidrantes aproximadamente, de los cuales 10 ya no funcionan porque les fueron robadas piezas de cobre para su venta ilegal a recicladoras.
La ciudadanía en ocasiones brinda su ayuda para el combate del fuego, sobre todo cuando tienen localizado o son propietarios de algún pozo con agua que ponen a disposición de los bomberos, pero cuando esto no ocurre los bomberos deben recorrer largas distancias hasta el hidrante funcional más próximo.
El Reglamento para la Prevención, Control de los Incendios y Siniestros para Seguridad Civil en el Municipio de Tijuana, en su artículo 133, dispone que los hidrantes en vía pública deben instalarse a una distancia no mayor de 250 metros de radio, dependiendo del número y diseño que se requieren para las necesidades de la ciudad, mismas que se deben establecer por la Dirección de Bomberos.
La cuestión del mantenimiento o la reposición de los hidrantes vandalizados es la que no está definida en ninguna ley o reglamento de la entidad, entre el Ayuntamiento y la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) pasan la “bolita” a la dirección de Bomberos, que no cuenta con el recurso económico para hacerse cargo de la problemática.