Cuando una persona empieza a destacar, o le ven posibilidades de encumbrarse en el poder, se le acercan personas que antes no lo trataban, incluso desarrollan estrategias para llamar su atención. Una vez logrado el propósito, penetran en su estado de ánimo, hablándole de grandes cosas que en realidad ninguna les sirvió para destacar por si solos. Lo que tienen ha sido por herencia, lambisconerías, recomendaciones de otro y por vivillos desde chiquillos aprovechando estar en el lugar indicado en el momento indicado.
Sr. Gobernador electo, “alguien” grilló jugándole al Maquiavelo, le habló al oído y le dijo que podría quedarse tres y hasta cuatro años más, en la gubernatura, para la cual la mayoría de los votantes lo favorecimos con el voto para que usted se hiciera cargo por dos años, como usted lo sabía, cuando se registró como candidato. También le dijo que en el Tribunal de “Justicia Electoral” de B.C. hay un par de magistrados varones corruptos (con los que se lleva de piquete de nalga) que lo apoyarían sin chistar, claro, más adelante le pedirían canonjías por el refravón cabor.
En otra ruta, cabildearon con el cuestionado gobernador “Kiko” Vega, quien azorrillado con que lo va a meter a la cárcel y le quitará la casa que construyó en Tijuana, para habilitarla como casa del estudiante, negoció ventajosamente para él, y ordenó a sus lacayos diputados panistas y otras comparsas maiceadas, pues “nunca han dado paso sin huarache”, que votaran, aprobando al vapor el nefasto bodrio antidemocrático que reforma la Constitución Política del Estado de Baja California en materia electoral.
El asunto fue tan desaseado, ilegal, fascista, torpe, inconstitucional, abusivo, antidemocrático, etcétera, que colocaron a nuestro estado y a ellos mismos en el ojo de un huracán político. Pues si pasara, entonces lo podrían repetir en estados y municipios por todo el territorio nacional, llevándonos al nefasto totalitarismo.
El asunto es que lo chamaquearon, le mintieron, lo distrajeron, perdió piso y quedó gravemente comprometido. Es de no dudarse que hubo dinero de por medio y se comprometieron posiciones y canonjías, lo cual es corrupción, contraria a la Cuarta Transformación. Nuestro Presidente no se lo merece. Es su amigo y lo aprecia al igual que un servidor y todos los que votamos por usted.
Usted está llamado para hacer un gran papel como gobernador, encarna la esperanza de Baja California, tiene todo a su favor, pero en los dos años para los cuales lo elegimos. Desafánese de ese lío, está a tiempo, ¡no va a pasar!, la SCJN lo rechazará. Simplemente para empezar, por el principio (al haberlo solicitado fuera de tiempo), que manejan el IEEBC, INE, TJEBC, Sala Regional de Guadalajara del TRIFE, Sala Superior de la Ciudad de México del TRIFE y la SCJN, en la cual basan la mayor parte de sus veredictos.
También es de preocupar, que los futuros funcionarios de primer nivel que lo rodean, pongo como ejemplo, al que será su Secretario General de Gobierno, ¿por qué no le dan una opinión buena y centrada? Me recuerda el dicho aquel, en que el Ejecutivo preguntaba: ¿Qué hora es? Y le contestaban: “La que usted quiera, Señor Gobernador” ¿Con esas personas piensa gobernar…?
Atentamente,
Profr. Fernando Santillán Roque
Ensenada, B.C.