15.2 C
Tijuana
martes, febrero 20, 2024
Publicidad

¿Qué diablos es la “ayudantía” de AMLO?

Los demagogos son los peores enemigos de la clase obrera… sólo las pruebas más amargas lograrán después persuadir, a los obreros, de su error”: V. I. Lenin. ¿Qué Hacer? 1902. P.159.

 


Publicidad


Son vulgares y sanguinarios “guaruras”. Es decir, sicarios.

Con ese terminajo, “ayudantía”, trata de velar el hecho de que la escolta pretoriana que lo protege son en realidad verdaderos y feroces mastines.

El lector ha de recordar cómo López Obrador vociferaba (y aún lo hace) en la plaza pública que él no se iba a rodear de “guaruras”, porque, aseguraba el bufón de marras, “a mí me protege el pueblo”.


Publicidad

 


Nunca, el “amoroso” AMLO, ha dejado de tener guardaespaldas. Nunca, ni antes, ni durante, ni después del circo electorero los kaibiles que lo protegen se le han despegado.

En una sociedad desgarrada por la lucha de clases (sorda o manifiesta) no es posible que un burgués o gobernante se pasee libremente por la calle. Hasta el más pequeño de los burgueses cuenta con sus “ayudantes”, esto es, con sus feroces dobermans que lo cuidan.

Jamás el pueblo mirará a Trump, a algún todopoderoso banquero, a Carlos Slim, al dueño de Televisa, al propietario de Toyota, o a cualquier otro déspota aparecerse en público sin kaibiles que lo protejan.

AMLO-Morena son unos grandes hipócritas, unos reaccionarios y demagogos titulados -nada diferente a los anteriores sátrapas del PRI y del PAN-, cuya “amorosa” máscara rodará por los suelos, tarde o temprano. Sin duda alguna.

Deber de todo obrero consciente, de todo revolucionario y patriota es arrancarle la careta, con resolución, lo más pronto posible.

No hacerlo es convertirse en cómplice de un charlatán que habla de “antineoliberalismo” mientras que, con un toque “humanista” y populachero, lleva a cabo una política “neoliberal”, esto es, una política de sometimiento a los dictados del imperialismo norteamericano. Prueba de esto, el pasado TLC y hoy el nuevo T-MEC.

Sin duda alguna que la “amorosa” dictadura encabezada por AMLO engañará por un cierto período a una parte del pueblo, pero conforme transcurra el tiempo sus actos mostrarán que detrás de su fingido comportamiento “filantrópico”, “humanista”, de “primero los pobres” se esconde un desalmado lobo.

Lobo al cual no le temblará la mano para lanzar contra el pueblo a la sanguinaria soldadesca cuando los pobres se levanten airados.

De lo que sí estamos seguros es que cuando el pueblo obrero se insurreccione el “amoroso” recibirá el espaldarazo de la “oposición” burguesa oficial (PRI, PAN, PRD, etc.) para que aplique el “estado de derecho” contra las masas sublevadas. “Olvidándose” de aquella promesa que hizo de no utilizar el ejército contra el pueblo.

AMLO es un nuevo Fujimori. Un siniestro personaje “uñitas por dentro”, hipócrita hasta los tuétanos, que habla de “anticorrupción”, de “amor a los pobres”, etc., etc. Despreciable verborrea huera con la cual trata de engañar al pueblo. Y que hasta cierto punto lo ha logrado.

El que a los “guaruras” que rodean a AMLO hoy los bauticen con el nombre de “ayudantía”, y al sanguinario ejército, que ronda amenazante pueblos y ciudades del país los conviertan por decreto en “inofensivos policías”, bautizándolos como “Guardia Nacional”, para nada cambia la cosa. Tanto la soldadesca como los mastines policíacos son las fuerzas armadas (FFAA) que salvaguardan al Estado burgués.

Ninguna dictadura puede prescindir de unas FFAA que la protejan de un motín popular o de una insurrección revolucionaria. Sin tales cancerberos la dictadura no se podría sostener en el poder ni un sólo día.

Para todo obrero consciente la susodicha “ayudantía” no es más que el antifaz que los actuales autócratas de AMLO-Morena les han colocado a los reconocidos criminales y sanguinarios “guaruras” que los protegen.

“¡Al presidente lo cuida la gente!” Vocifera el dicharachero jefe del partido Morena.

Si en realidad, a AMLO y compañía los protegiera el pueblo (como él preconiza) y confiaran en los “30 millones”, que votaron por él (según el reaccionario y putrefacto INE), surge la pregunta: ¿Entonces por qué el “Primero los pobres” se rodea de feroces y desalmados pitbulls?

¿Por qué a sus conferencias, sobre todo a las que diariamente realiza todas las mañanas, deja entrar sólo a policías-periodistas, a los fascistas de Televisa y Tv Azteca, y a reporteros de las grandes rotativas de la burguesía, y no permite entrar a gente del pueblo. Incluso, ni tan siquiera a alguno de sus “30 millones”?

¿Por qué en sus mítines públicos siempre coloca barras, retenes, vallas, artilugios, etc., y a centenares de “ayudantías” para que sus huestes (parte de los “30 millones”) no se le arrimen?

Un verdadero líder popular no se rodea de periodistas-policías. Ni de feroces “ayudantías”.

Ni hace uso de ostentosos estrados dotados de modernos aparatos de sonido y gigantescas pantallas. Todo semejante a un carnaval. Un verdadero líder popular, es modesto, y no utiliza toda esa fantochería propia de una vedette de la reaccionaria y putrefacta televisión.

Lo hemos dicho y lo sostenemos: AMLO y su partido Morena son unos criminales, unos auténticos dictadorzuelos.

Déspotas que en sus primeros meses adoptarán un semblante “simpático”, chistoso, y “dulzarrón”, pero conforme pase el tiempo su máscara se ira cayendo y mostrando su verdadera catadura. De hecho, eso ya está sucediendo. Sólo fanáticos lo negarían.

Y ni los “apoyos”, ni los “programas sociales”, esto es, las migajas que les tira a los hambrientos, detendrán el ciclón revolucionario que se viene formando en nuestro país.

Los mendrugos que la dictadura le avienta al pueblo no alivian el estado de pobreza y miseria en que se bate la gran mayoría de los mexicanos. Las limosnas no erradican el hambre, ni liberan de la esclavitud a la clase obrera. El cáncer no se cura con aspirinas.

Los hechos (los irrefutables hechos, como decía el gran Lenin) mostrará a sus “30 millones” (según el maldito INE), y a todo el pueblo pobre que, tras su fingido humanismo, de sus vacuos besos y abrazos, se escondía un reaccionario y desalmado chacal.

 

Javier Antuna

Correo: gloriaproletaria@gmail.com

Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas