La migración de centroamericanos, tema tratado en el escrito, representa tan solo un ángulo del complejo fenómeno que es el de la movilidad humana en el mundo y es el que nos afecta directamente a los mexicanos. En el breve lapso de tiempo trascurrido desde su publicación, han sucedido cosas graves e importantes relacionadas con la migración: en Alemania fue asesinado Walter Lübcke por apoyar la política de “puertas abiertas” para los inmigrantes implementada por la canciller alemana Angela Merkel. Primera vez desde 1945 que extremistas neonazis matan a un funcionario en ejercicio; mueren ahogados a la orilla del río Bravo los salvadoreños Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y Valeria, su hija de 23 meses. El senador Bernie Sanders, aspirante demócrata a la presidencia de los E.U., describió la foto como horrible y un ejemplo doloroso de tantos otros que demuestran el desprecio imprudente por la humanidad que proviene de las políticas de Trump, y la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, indicó que Estados Unidos está ignorando sus obligaciones con la humanidad.
Por otra parte, en el sureste mexicano son desplegados 6 mil elementos de la Guardia Nacional como efecto de las presiones del energúmeno Trump al gobierno mexicano al amenazarlo con alzar aranceles de no controlar los flujos migratorios de centroamericanos hacia a su frontera; México logró en la reunión G-20 apoyos a su plan económico para los países del triángulo centroamericano, etc.
Lo anterior solo para mencionar algunos acontecimientos relevantes de los últimos días, no obstante, lo dramático o importante de estos últimos acontecimientos, el fenómeno migratorio tiene mucho más de fondo histórico, económico y social y necesita, para lograr una verdadera e integral solución, acciones más efectivas. Por dramática e impactante que es la foto del padre e hija ahogados en el río Bravo, representa tan solo un evento que ha salido a flote, pero en el mundo han muerto 1600 niños más y 32 mil migrantes tan solo del año 2014 a la fecha (OIM). Spencer Wells en su libro “Odisea Genética” (2002), demuestra que todos los seres humanos en existencia ahora descienden de un solo hombre que vivió en el sureste de África hace unos 60.000 años. A partir de ahí inició su viaje hacia el noreste, rumbo al mediterráneo, Asia, Europa y América. Las únicas fronteras u obstáculos fueron las que le impusieron la naturaleza, su inteligencia y sus pies. La movilidad humana está grabada en su sangre y en su espíritu, la búsqueda de alimentos y de seguridad comenzó desde que el hombre bajó de los árboles, dejara de ser un homínido y evolucionara hacia el homo sapiens. El hombre comenzó a construir barreras físicas y políticas cuando se sintió dueño de un pedazo de tierra, de su casa, de sus animales domésticos, entonces nacieron las fronteras.
Ironía de la historia o burla grotesca hacia los migrantes del mundo, no creo que haya sido la intención de los constructores, hay en una de las paredes de la Corte Suprema de los Estados Unidos un friso que representa a los “grandes legisladores de la historia” en la que está la imagen de Hammurabi, sexto Rey de Babilonia. También en la Cámara de Representantes del Capitolio, Hammurabi aparece como uno más de los 23 legisladores en los bajorrelieves de mármol.
Hammurabi (1810 a. C.-1750 a. C.). ¿Qué tiene que ver Hammurabi en todo esto? En el año de 1700 A.C., es decir, hace 3700 años, estableció en una estela de piedra una serie de 282 decisiones, que como Rey impuso a su pueblo para resolver casos excepcionales, entre estos conceptos grabados en piedra, se puede leer:
“Haced justicia a la viuda, haced justicia al huérfano, haced justicia al pobre, haced justicia al extranjero…”
El habitante de la Casa Blanca y los WASP deben bajar de su árbol, entender que descienden de un tronco común africano; en la Corte Suprema, en la Cámara de Representantes, deben aprender el espíritu fraternal de los padres fundadores que hicieron de los Estados Unidos un gran pueblo; fraternidad simbolizada en la estatua de la libertad
y en la imagen en mármol del Rey Babilónico. Pero es mucho pedir, un homínido es un animal irracional que no puede conmoverse con una foto de un padre y su hija ahogados.
Atentamente,
Fidel Fuentes López
Correo: fidelfuentes@gmail.com