En su reciente visita a Tijuana, el padre Alejandro Solalinde opinó que México ya es un tercer país seguro y consideró que el envío de migrantes desde Estados Unidos no será crisis migratoria, y a pesar de no coincidir con las prácticas del gobierno federal, defendió el actuar del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“México tiene que andarse con tiento para librar cosas fundamentales como son el cambio, la transformación asegurarla y también los derechos humanos internos, no es fácil, sin embargo, México tiene que hacer un esfuerzo hacia adentro para lograr brindar toda la acogida y la atención integral a los migrantes en eso nadie tiene que decir que no… Ya casi lo es de facto un tercer país seguro, pero formalmente no lo es, no lo puede aceptar, aunque como país seguro, México está avanzando”, refirió el activista.
A pesar que señaló estar en desacuerdo con la forma en que el gobierno federal ha llevado el tema migratorio, lejos quedó la actitud crítica que defendía a los migrantes que transitaban por el país en la administración de Peña Nieto.
Esta vez se mostró un Solalinde defensor de las prácticas del gobierno federal en turno, aplaudiendo lo hecho por el canciller Marcelo Ebrard en el acuerdo con Estados Unidos, enfatizando que lo hecho hasta el momento son solo “pininos” del gobierno actual.
Al momento en que se le solicitó su opinión sobre la falta de espacios en Baja California, dado que todavía no ha sido instalado el prometido albergue federal, destacó que sí existe espacio en Tijuana “si cabe en tu corazón, a ver dónde, pero les hacemos un lugarcito” respondió el sacerdote.
Posteriormente, justificó que su actitud es menos crítica con el actual gobierno porque no es neoliberal ni corrupto.
“Lógicamente mi postura no es crítica porque este gobierno no es neoliberal y los otros sí, los otros eran corruptos y este no… Eso de la crítica es mi consciencia, y por supuesto no soy incondicional de nadie, pero sí creo en la honestidad de Andrés Manuel, no le gusta el dinero, ama a la gente y está para cambiar la historia”, puntualizó, descartando un problema migratorio para Baja California.
La Secretaría de Gobierno de Baja California tiene contabilizados a 18 mil migrantes extranjeros viviendo en Tijuana, de los cuales mil 700 viven en 21 albergues coordinados por asociaciones civiles, las cuales han batallado para obtener recursos después de que la federación recortara los apoyos a la sociedad civil.
Añadió que las condiciones precarias en las que viven los migrantes centroamericanos que llegaron a esta ciudad a finales del 2018, es una situación por la que todos los migrantes han pasado, y si no viven de la mejor manera es responsabilidad de las autoridades “neoliberales pasadas”.