Trabajadores del Canal Once denunciaron este martes un despido masivo, de forma arbitraria, que viola sus derechos laborales, con un finiquito mínimo, cuando en promedio cada uno de los al menos 50 empleados que salieron de la televisora pública perteneciente al Instituto Politécnico Nacional (IPN), contaba con 20 años de antigüedad.
En una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la opinión pública, los empleados denunciaron que, “Sin previo aviso, como si fuéramos delincuentes, ese mismo día se inhabilitaron nuestras computadoras y posteriormente se nos comunicó que nuestro contrato de trabajo había terminado”.
“Como también ha ocurrido en las otras dependencias, el despido se hizo de la manera más arbitraria, sin el más elemental cuidado de las formas exigibles en el trato a personas, a seres humanos que, por si fuera poco, habíamos laborado durante años en el Canal Once, algunos con una antigüedad promedio de veinte años”, señalaron en su misiva.
Según los ahora ex empleados, los despidos masivos iniciaron a mediados de junio y continuaron a finales del mes pasado, específicamente el viernes 28. “Nos dieron un ultimátum para que nos fuéramos”, indicaron en su misiva difundida a través de las diversas redes sociales.
Los ex trabajadores del Canal Once -cuya estación principal es XEIPN-TDT, localizada en la Ciudad de México, y que inició sus transmisiones el 2 de marzo de 1959- destacaron que sin importar la antigüedad de cada trabajador, se les asignó de manera general una quincena de salario, “como irrisoria compensación por los años laborados”.
Los ex trabajadoras agregaron en su texto, que cuesta trabajo entender que acciones de este tipo, llevadas a cabo en prácticamente todo el sector público, y que se hagan al amparo de un Gobierno que ha reiterado su propósito de elevar la calidad de vida de las mayorías trabajadoras.
“¿Por qué entonces ese inhumano desprecio en el destino de miles de trabajadores del sector público que son lanzados a la calle sin indemnización, sin ofrecerles ninguna alternativa de empleo? Vamos, ni siquiera un trato humano a la hora de echarlos a la calle como viles desechos y víctimas de la así llamada Cuarta Transformación”, añadieron en su carta.
Los ex ahora ex empleados del Canal Once advirtieron, además, simulación y oportunismo, ya que los empleados despedidos se sustituyen con “recomendados y amigos del director”, José Antonio Álvarez Lima, y de su “mano derecha”, Diana Esperanza Constable Thompson.
“En la mayoría de los casos [los nuevos empleados] no cuentan con los conocimientos ni la capacitación para desempeñar esas labores y además, con sueldos altos. Esto contradice lo afirmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de no permitir el influyentismo, el amiguismo y el nepotismo”, indicaron los ex trabajadores en su misiva.
La carta finaliza con la petición de que Jenaro Villamil Rodríguez, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano; así como Mario Alberto Rodríguez Casas, director del IPN; además de Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el propio director del Canal Once, Álvarez Lima, hagan algo al respecto y reivindiquen sus derechos laborales.
El pasado 25 de junio, la dirigencia el Partido Acción Nacional (PAN), exigió a través de un comunicado la renuncia del director de la televisora pública Canal Once, José Antonio Álvarez Lima, por fomentar el racismo y atacar a una institución educativa.
“Como en los peores regímenes autoritarios, este Gobierno utiliza los medios públicos de comunicación para imponer su ideología y denostar a quien no es de su agrado”, aseguró el secretario de Estudios y Análisis Estratégico del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Fernando Rodríguez Doval.
El partido acusó al Canal Once de convertirse en un instrumento de propaganda al servicio del partido gobernante: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). El PAN explicó que la televisora pública emitió el programa ‘La Maroma Estelar’, en donde el conductor Hernán Gómez Bruera supuestamente realizó una burla clasista y racista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Con ello, al Canal Once se le resta pluralidad, diversidad y objetividad, además de que se transgrede la Constitución mexicana, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y su propio su Código de Autorregulación, indicaron legisladores panistas en otra misiva dirigida al Defensor de la Audiencia de la televisora pública, Felipe Neri López Veneroni, a quien le exigieron emita observaciones, recomendaciones y/o propuestas de acción correctiva.