Habitantes enfrentan regazo por irregularidades con el uso de suelo, vocaciones del valle, tenencia de la tierra y servicios públicos
Mientras que la Ruta del Vino crece y se consolida como el destino turístico de moda en Ensenada, las comunidades ahí asentadas (San Antonio de las Minas, Francisco Zarco, El Porvenir) parecen no desarrollarse a la par de los grandes proyectos inmobiliarios y enoturísticos.
Rafael Romo Pereida, Ismael Horta Arroyo, Graciano Sandoval, Manuel Nava Valles y Juan Antonio Orozco; presidente, secretario, tesorero, asesor jurídico y asesor técnico de la Unión de Ejidos de la Zona Norte de Ensenada, respectivamente, denunciaron intereses en torno a la tierra, parcialidad en la elaboración del Programa Sectorial de Desarrollo Urbano Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada, falta de agua, drenaje y una planta de tratamiento, así como un creciente desorden del comercio ambulante.
Durante su participación en el Foro Ensenada, hablaron de lo que denominaron grandes irregularidades en la región, en especial las generadas por imposición de criterios de privilegio en beneficio de grandes empresarios vinícolas.
Inconformes con el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano Turístico de los Valle Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada (Región del Vino), señalaron no haber sido consultados de manera adecuada para su elaboración.
El documento mantiene los aspectos que generaron inconformidad en la administración de Enrique Pelayo Torres, al haber sido ignorados por completo para su elaboración.
Consideraron como una burla la compra de pipas para abastecerse de agua, mientras los grandes empresarios instalan lagos artificiales y la industria del vino se lleva el poco recurso hídrico que queda.
En el caso de la vinícola El Cielo, apuntaron, se instaló un complejo de edificios turísticos sin el correspondiente sistema de drenaje, por lo que los desechos son sacados y tirados a la calle mediante pipas.
Recordaron que la zona genera muchos tipos de producciones, sin embargo, la producción de uva para la elaboración de vino de mesa absorbe mucha agua, recurso que ya comienza a escasear.
AUGE INMOBILIARIO ¿DESARROLLO O INEQUIDAD?
En el libro “El Valle de Guadalupe, Conjugando Tiempos”, coordinado por Juana Claudia Leyva Aguilera y Martha Ileana Espejel Carbajal y editado por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) en 2013, al referirse al “boom” inmobiliario en el capítulo “Érase una Vez el Valle”, Moisés Santos Mena resume: “… aprovechando la promoción y difusión de la región como ruta del vino, ha suscitado un creciente interés por la adquisición de terrenos campestres y la aparición de empresas desarrolladoras. Este fenómeno genera, por un lado, oportunidades económicas; por el otro, especulación inmobiliaria que agrava la inequidad social, crea incertidumbre y problemas para la planificación y el uso racional de los recursos del valle”.
La propia Martha Ileana Espejel y Brenda Ahumada desarrollan que en la zona existe un desordenado crecimiento habitacional y comercial, con un problema muy importante en materia de uso de suelo, “especialmente urgente de resolver”.
Desde su perspectiva, los usos de suelo que requieren de instrumentos de orden son la explotación de las arenas, vitivinicultura y conservación; turismo (ecoturismo y recreación), uso cinegético (cacería) y ganadería (de extensiva a intensiva).
Asimismo, refieren que urge controlar los asentamientos urbanos, la imagen visual de la carretera y las zonas de desarrollos campestres, “para que no nos sorprenda y de repente el valle sea transformado y pierda su carácter rural”.
En la misma línea, Pablo Álvarez Morales cita al investigador Rogelio Zizumbo, quien expone conflictos derivados de intereses entre los diversos sectores económicos que compiten por los recursos naturales.
Como problemas identifica una marcada estratificación social; conflictos de tenencia de tierra; incremento de la competencia por los usos del suelo; demanda de infraestructura, equipamiento y servicios públicos; mayor presión social por los terrenos; aumento de la plusvalía de terrenos; segregación étnica, social y cultural.
Para los autores del libro, si la agroindustria vitivinícola y el agroturismo son la vocación del suelo del Valle de Guadalupe, la densidad poblacional se debe concentrar en los poblados y diseñar la infraestructura rural, de tal manera que el Valle no se transforme en una zona urbana con áreas verdes agrícolas.
En opinión del doctor Luis Walther Daesslé Heuser, investigador del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la UABC, el tema más importante y sensible es el agua: la escasez, su inequitativa distribución y la manera de garantizar su abasto.
ADMINISTRACIÓN URBANA NIEGA PRIVILEGIOS
A través de un comunicado, la directora de Administración Urbana, Ecología y Medio Ambiente, María Matilde López Chávez, rechazó privilegios o actuaciones discrecionales en las labores de dicha dependencia, es decir, que estuvieran a favor de algunos afectando a otros. Aseguró que se trabaja con base al ordenamiento vigente.
De igual forma, rechazó desorden en el crecimiento urbano en el Valle de Guadalupe e informó que existen poco más de 350 obras intervenidas o identificadas para la revisión de sus respectivos permisos, de las cuales algunas han entrado en proceso de regularización, lo que implica que han obtenido sus permisos de uso suelo y licencias de construcción y/o ambientales.
En su percepción, el gobierno municipal tiene buena comunicación con grupos organizados de la región, dado que han estado trabajando en la elaboración del reglamento del Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada.
Tal ordenamiento “no permite a nadie tener discrecionalidad ni privilegios de algún tipo y nos admite en la aplicación directa de la Ley, así como a cuidar que así se cumpla”.
Para concluir, López Chávez aseguró no tener una denuncia oficial sobre tiraderos de aguas negras en alguna ubicación en particular del Valle de Guadalupe: “Tenemos conocimiento, pero a nivel de rumor ciudadano, de acuerdo a las investigaciones de nuestro inspector durante sus recorridos habituales, no ha constatado ninguno como tal”.