En la década de los ochenta, cuando era un joven veinteañero fue reportero de ZETA, convivió con los fundadores del semanario, había egresado de la primera generación de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Iberoamericana, en aquellos años, la única institución que la ofrecía.
Raúl Marín Durán luego pasó al lado del gobierno, como se dice coloquialmente en el gremio ´de escopeta a pato´. Dedicó su vida profesional principalmente a la función pública en el área de comunicación social en gobiernos del Partido Acción Nacional.
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De ZETA, Raúl Marín se despidió para colaborar como enlace de prensa en el primer gobierno de oposición en Baja California, en la administración de Ernesto Ruffo Appel. Esa experiencia lo llevó a encargarse de la imagen de Héctor Osuna Jaime. Estuvo con el político desde que fue alcalde de Tijuana hasta la última candidatura por la gubernatura en las pasadas elecciones.
“Dicharachero, fumador y empático, siempre fue claro y directo en su comunicación con personajes de la vida pública, un buen amigo”, así lo recuerdan sus amistades cercanas. Tuvo un hijo que lleva su nombre, Raúl, de 8 años.
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La noche del 25 de junio Raúl Marín Durán perdió la vida a causa de complicaciones respiratorias y cardíacas a sus 54 años, los había cumplido apenas en mayo. Durante la noche del martes fue atendido en el Hospital Ángeles en una urgencia médica a la que no sobrevivió.
Su cuerpo fue trasladado a Ensenada en donde nació y pasó su infancia. Fue velado el jueves y la madrugada de este viernes en la funeraria El Ángel en el puerto en donde tuvo vida y familia.
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