Empresarios mexicanos y estadounidenses anunciaron este 5 de junio la formación de una alianza para abordar los desafíos migratorios, y se comprometieron a que sus empresas socias trabajen en los sectores público y privado del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), en aras de crear más empleos y fomentar mejores niveles de vida.
Así lo anunciaron los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, y de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (US Chamber of Commerce), Thomas J. Donohue, quienes destallaron que la alianza establecerá un grupo de trabajo público-privado dedicado a formular y promover propuestas concretas y mesurables para reducir la migración en el corto plazo, mediante el impulso al desarrollo regional y la inclusión.
Asimismo, el grupo de trabajo identificará y buscará financiamiento para proyectos clave de infraestructura y desarrollo. “Solicitaremos el apoyo de expertos en materia de seguridad regional, desarrollo económico y migración”.
En un comunicado, ambas organizaciones empresariales manifestaron que “con el apoyo de sus compañías socias, la Cámara y el CCE ayudarán a ambos gobiernos a diseñar soluciones que mitiguen la escalada de la crisis migratoria, y a implementar una hoja de ruta estratégica en el plazo inmediato”, para fomentar la relación económica entre México y Estados Unidos, y de esa manera favorecer más el libre comercio.
Ante el anuncio de la semana pasada del presidente norteamericano, Donald Trump, los organismos advirtieron que la imposición de aranceles a México no ataca las causas fundamentales de la migración y pone en peligro “nuestros intereses económicos compartidos”.
“Los gobiernos de los Estados Unidos y México deben trabajar junto con sus comunidades empresariales y sus contrapartes del Triángulo del Norte para resolver la crisis actual”.
Al reafirmar su compromiso con la rápida aprobación del Tratado México, Estados Unidos Canadá (T-MEC) en los Poderes legislativos respectivos, el CCE y la Cámara indicaron que eso no podrá lograrse sin eliminar primero la amenaza arancelaria. De ahí que se deba continuar impulsando la relación económica bilateral, por medio de la implementación de este acuerdo histórico.