Agentes de la patrulla fronteriza encontraron muertos ayer domingo, a una mujer de 20 años de edad, un niño y dos bebés (personas quiens al parecer fallecieron por calor y deshidratación), en el condado de Hidalgo, la zona fronteriza de Texas, cerca del río Bravo.
Los cadáveres fueron hallados en un área cerca de la frontera con México que es una ruta común para los migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos, según lo informó la agencia The Associated Press (AP).
Frank Medrano, sargento policial en el condado de Hidalgo, dijo a que hallaron los cadáveres el domingo en o cerca del Parque Anzalduas, en la ciudad de Mission.
El alguacil del condado Hidalgo, Eddie Guerra, informó al medio Monitor de McAllen que es posible que las personas murieron días antes de ser descubiertas en el área de Manejo de Vida Silvestre Las Palomas, cerca del río Bravo, en la frontera natural entre México y Estados Unidos.
El Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en ingles), que calificó la situación cómo “increíblemente devastadora”, encabeza la investigación porque la zona forestal donde hallaron los cadáveres -cuyos nombres y país de origen no han sido revelados- es terreno federal.
Medrano detalló que es una zona común para los inmigrantes que ingresan sin permiso a Estados Unidos. “Es una ruta bien conocida porque está muy cerca de la frontera”, agregó.
El policía, Larry Gallardo, le dijo al diario The Monitor en McAllen que el terreno puede ser difícil de atravesar. “Hay mucho matorral”, dijo. “Es como un rancho, no hay diferencia”.
El sector de la Patrulla Fronteriza en Rio Grande Valley, que incluye el área donde se encontraron los cuatro cuerpos el domingo, ha experimentado un número sin precedentes de detenciones que involucran a personas que ingresan ilegalmente al país, recordó AP.
