Mohamed Morsi Isa al-Ayyat, el único presidente electo democráticamente en la historia de Egipto -que inició su mandato el 30 de junio de 2012 y derrocado por un golpe de Estado en julio de 2013-, murió este lunes, tras desmayarse, durante una audiencia en un tribunal de El Cairo, ante el que comparecía, según lo informó la televisión pública egipcia, y su hijo Ahmed, en una publicación de la red social Facebook.
La Fiscalía de Egipto confirmó que el ex mandatario se desplomó ante la corte después de su comparecencia y fue trasladado al hospital, donde fue declarado muerto a las 16:50, hora local. Además, apuntó que su historial médico no reflejó que hubiera tenido problemas recientes de salud.
El año pasado varias organizaciones no gubernamentales denunciaron la situación en prisión de Morsi Isa al-Ayyat de 67 años de edad y del ahora partido prohibido Hermanos Musulmanes, describiendo al ex mandatario egipcio como víctima de severo maltrato que podría constituir tortura.
Por otra parte, un funcionario judicial que pidió permanecer en el anonimato, le contó a la agencia AFP que Morsi, se dirigió a la corte desde la celda de cristal instalada en plena sala y advirtió que guardaba “muchos secretos” que podía revelar. Minutos después, se desvaneció y murió antes de llegar al centro médico.
El exmandatario islamista llevaba preso desde el 3 de julio de 2013 y fue sometido a múltiples juicios en este tiempo. Estaba siendo juzgado por la supuesta revelación de secretos de Estado a entidades extranjeras, como el grupo palestino Hamás.
Morsi el primer presidente de Egipto elegido en democracia tras el final del régimen de Hosni Mubarak, asumió el poder en febrero de 2011, tras vencer en las urnas en junio de 2012 y fue derrocado el 3 de julio de 2013 por un golpe de Estado liderado por el general Abdelfatá al Sisi, entonces jefe del Ejército y en la actualidad presidente del país.
El exmandatario fue condenado a pena de muerte en junio de 2015 por su implicación en una fuga masiva de prisión que tuvo lugar en 2011 en el marco de la denominada Primavera Árabe. El expresidente egipcio, además, fue condenado a prisión en otros procesos judiciales, incluidos dos relacionados con casos de espionaje, según informa la agencia británica Reuters.
El Tribunal de Casación de Egipto decidió en 2016 revocar la condena a pena de muerte impuesta a Morsi por haberse fugado de prisión, y ordenó que se repitiera el juicio. El tribunal también revocó entonces las condenas a muerte dictadas para otros once acusados en el mismo proceso.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lamentó la repentina muerte de Morsi, quien fue uno de sus principales apoyos, y acusó a la Unión Europea de “hipócrita” por reunirse con Abedelfatah Al Sisi, que dirigió el golpe de Estado contra Mursi y gobierna ahora el país.
Asimismo, el emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, trasladó sus condolencias a los familiares de Morsi en un tuit. También Mohamed Sudan, miembro de Hermanos Musulmanes en Londres, apuntó a que la muerte del ex presidente es equivalente a “un asesinato premeditado” y denunció que tenía prohibido recibir medicamentos o visitas y que la información sobre su estado de salud era escasa.
Además, la organización Human Rights Watch (HRW) dijo que la muerte de Morsi era “completamente predecible” por el “fracaso” de las autoridades egipcias para permitir la atención médica. Su familia ya había reportado que el estado de salud del ex presidente se había deteriorado debido a las duras condiciones en las que permanecía encarcelado.
-Con información de AFP, Reuters y AP.