La concentración de personas en el acto público que Andrés Manuel López Obrador encabezó este sábado en Tijuana no fue menor e incluso entorpeció el flujo peatonal sobre avenida Constitución y calle Segunda. Sin embargo, el número de asistentes no cumplió con las expectativas del delegado del gobierno federal en esta ciudad, Gilberto Herrera Solórzano, quien declaró que acudirían alrededor de 20 mil ciudadanos; al final del evento, la Dirección de Policía y Tránsito municipal reportó tan sólo 10 mil.
Como primer mandatario, AMLO tampoco superó ni igualó su marca de 2018, cuando en calidad de candidato supuestamente logró congregar en ese mismo lugar a 18 mil simpatizantes. En esta ocasión hubo gente que llegó desde el mediodía o más temprano, pero el área destinada al mitin se empezó a aglomerar hasta casi las 3:00 de la tarde.
Finalmente, López Obrador llegó “puntual” al acto público, justo a las 5:00 pm, tal como había adelantado personal del área de comunicación de la Presidencia. El tabasqueño se dejó ver a bordo de una camioneta negra desde la que intercambió apretones de mano con decenas de simpatizantes que lo saludaron llamándolo “señor presidente”.
Una vez abajo del vehículo, el cual se detuvo en Avenida Constitución, el primer mandatario se desplazó de la calle Tercera a la Segunda, en donde estaba instalado el templete dispuesto para la ocasión, recorrido que no le tomó más de 11 minutos y en el que se vio acompañado del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.
El miembro del gabinete de AMLO inició una ronda de discursos previos al del primer mandatario. Ebrard Casaubón, celebró que con el acuerdo que logró México con Estados Unidos esta semana consistente en que el país vecino no aplicará los aranceles del 5% a productos mexicanos anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump, quedarán a salvo 950 mil empleos en la República Mexicana y se facilitará la ratificación del tratado de libre comercio.
En tanto, López Obrador resaltó el hecho de que las propuestas que gobierno de México hizo al estadounidense en aras de resolver la afluencia de migrantes centroamericanos cuyo destino final es Estados Unidos, “contribuyó mucho en las intensas negociaciones que se celebraron en Washington”.
Trump había advertido que de no resolverse el fenómeno migratorio, impondría los aranceles en cuestión.
AMLO también dijo que sobre los planteamientos del gobierno mexicano, los cuales se reducen a militarizar la frontera con Guatemala con un despliegue de 6 mil elementos de la Guardia Nacional, mantendrá “una postura de respeto y buena vecindad con el gobierno de Estados Unidos y de fraternidad con su población”.
El presidente refirió a propósito de los 521 mil migrantes que ingresaron a México por la frontera sur el año en curso, que semejante situación no se puede abatir cerrando fronteras o utilizando medidas coercitivas. Según dijo, la problemática igualmente se enfrentará “combatiendo la falta de oportunidades, de empleo, la pobreza, para lograr que la migración sea opcional”, afirmación que con la que se ganó el aplauso de la concurrencia.
López Obrador estuvo acompañado de alrededor de 20 gobernadores, entre quienes figuró el de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, a quien buena parte de los asistentes en distintas ocasiones le gritaron “Fuera Kiko” y “ratero”. Igualmente cuando desde el templete se mencionó el nombre del alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, se suscitó un nutrido abucheo.
Poco antes de las 7:00 de la tarde concluyó el evento, luego de que el presidente dijera como parte de su discurso que “si actuamos todos juntos, sin odios, con honestidad, con humanismo y sentido de la justicia seremos cada vez más fuertes en el concierto de las naciones y siempre capaces de remontar cualquier adversidad…”.