Guadalupe Fernández Valencia, alias “La Patrona”, presunta operadora financiera del Cártel de Sinaloa y quien reportaba de forma directa a Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, se declaró ayer miércoles culpable de dos delitos en la Corte para el Distrito Norte de Illinois, en Chicago, por los que podría ser condenada a entre 10 y 15 años de cárcel.
Tras años de negociación con la Fiscalía, “La Patrona”, de 59 años de edad, aceptó su culpa en un cargo de narcotráfico y otro de lavado de dinero. Según medios locales, Fernández Valencia acudió a la Corte vestida de traje naranja de presidiaria y siguió la audiencia a través de un intérprete, que traducía al español todo lo que sucedía.
La fiscal federal asistente, Erika Csicsila, anunció que debido a la “gran colaboración” de Fernández Valencia en los casos relacionados con narcotráfico en México, sólo solicitará que se le impongan una condena de entre 10 y 15 años de prisión, sentencia que no se dictará hasta que el Gobierno de EE.UU. anuncie el fin de la cooperación, según lo indicó el juez federal Rubén Castillo.
“La Patrona” fue detenida por elementos de la Policía Federal el 9 de febrero del 2016, en Culiacán, Sinaloa, y estuvo recluida en el centro penitenciario de Aguaruto. Sin embargo, fue deportada a los Estados Unidos, en noviembre del 2017, una semana después de que los fiscales retiraron los cargos contra otro acusado en el caso, Jorge Mario Valenzuela Verdugo, quien fue encontrado torturado y muerto en México.
Fernández Valencia, originaria de Michoacán, coordinó el envío de cargamentos de droga que procedían de Asia, Centro y Sudamérica hacia México y territorio estadounidense, por lo que el Gobierno de aquel país solicitó a su homólogo mexicano una orden de detención provisional con fines de extradición.
La Justicia estadounidense requería a Fernández Valencia por los delitos de asociación delictuosa para distribuir cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana, con la intención de introducirlas ilegalmente a dicho país, así como por lavado de dinero.
“La Patrona” llegó a traficar más de 1,600 kilogramos de marihuana entre 2009 y 2010, y pasaba más de 30 kilogramos de cocaína a la semana a Los Ángeles, California. Llegó a transportar hasta 80 kilos de la misma droga hasta en ocho ocasiones. Además, ayudó a lavar miles de millones de dólares para el Cártel sinaloense.
Fernández Valencia se mudó a Culiacán tras pasar 10 años en una cárcel de Estados Unidos, por delitos que no tenían relación con el narcotráfico. Allí, junto a su hermano Manuel Fernández Valencia, alias “La Marrana”, empezó a importar cargamentos masivos de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina.
Todo ello través de túneles y vehículos en el área de Tijuana, Baja California, donde luego fueron llevados a Los Ángeles para su redistribución, dijo Csicsila. Después de la detención de su hermano en 2010, Valencia Fernández se mudó a Guadalajara, Jalisco, y abandonó brevemente la vida del Cártel, dijo Csicsila.
Sin embargo, lo reanudó en 2012, después de que su hermano orquestó una reunión desde la cárcel entre su hermana y uno de sus proveedores más antiguos. Su modo de operación en el “lavado” de dinero era a través del cambio de divisas, ya que pagaba 3 por ciento de comisión para poder convertir los dólares ganados por la venta de droga.
En noviembre de 2015, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, informó que congelaron los bienes de “La Patrona” y de Jorge Mario Valenzuela Verdugo, ambos ciudadanos mexicanos, denominados por el Gobierno de ese país como “Narcotraficantes Especialmente Designados”.
El 22 de noviembre del 2017, “La Patrona” realizó una aparición inicial ante el juez federal Jeffrey Cole. La mujer escuchó a través de un intérprete, cómo el fiscal detalló los cargos y la posible pena de cadena perpetua. Valencia sólo respondió: “Sí, señor”, en español, cuando el juzgador le preguntó si entendía los procedimientos.
La acusación por la que “La Patrona” se presentó ante el Tribunal para el Distrito Norte de Illinois, indicó también que el Cártel de Sinaloa utilizó aviones jumbo, submarinos y túneles para el contrabando de grandes cantidades de drogas a los EU, que después fueron distribuidas en cantidades al por mayor a través de una red construida por los gemelos Pedro y Margarito Flores, ambos testigos protegidos.
El hermano de “La Patrona”, Manuel Fernández Valencia, alias “La Marrana”, fue detenido en noviembre del 2010 junto con 17 de sus colaboradores, después de que se enfrentó a balazos, dentro del hotel Tres Ríos, de Culiacán, con elementos de la Policía Federal.
El hombre, también conocido por sus apodos de “La Puerca” o “El Animal”, fue acusado como parte de la misma conspiración global criminal, desde el 2015, y luego de su extradición de México a EU, fue condenado en Chicago, en diciembre del 2016, a 27 años de prisión.
Según los cargos, los miembros del Cártel de Sinaloa lavaron miles de millones de dólares en ganancias, y para proteger su lucrativo tráfico de drogas, utilizaron “todos los medios necesarios”, incluyendo el soborno de funcionarios públicos corruptos, secuestros, extorsiones, amenazas o asesinatos cometidos contra los traficantes de drogas rivales y contra las propias autoridades.
-Con información de Chicago Tribune.