Siete ex embajadores de Estados Unidos en México advirtieron que los aranceles que pretende imponer el Gobierno de Donald Trump a México para que controle el flujo de migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, destruirán millones de trabajos, además de que debilitarán la lucha contra el crimen y comenzarán buena guerra comercial entre ambos países.
Además, dichos aranceles que Trump quiere imponer de forma gradual a partir del próximo 10 de junio, tendrán un costo elevado para ambos países, y podría minar la capacidad del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para lidiar con el problema migratorio.
Al respecto, el grupo conformado por John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson urgieron a los funcionarios de ambos países que se reunirán a lo largo de esta semana para desvincular los temas de migración y comercio.
Los ex embajadores de EE.UU. explicaron que “aranceles más altos tasarán a los consumidores y productores estadounidenses, y debilitarán las cadenas de producción integradas que soportan millones de trabajos estadounidenses y mexicanos”.
“Dañar la economía de México destruirá su capacidad de detener flujos migratorios, así como el crecimiento económico que contribuyó a la migración ‘neta cero’ de México a Estados Unidos en la actualidad”, aseguraron los diplomáticos.
“México enfrentaría el imperativo político para tomar medidas de represalias contra las exportaciones de EE.UU.”, abundaron los siete ex embajadores estadounidenses.
Los diplomáticos señalaron que mientras se profundiza la guerra comercial con China, Estados Unidos necesita a México para comerciar, para frenar el flujo de migrantes y para combatir al crimen en ambos lados de la frontera.
En su mensaje, los siete ex embajadores estadounidenses indicaron las cinco razones por las que ellos consideran que México y Estados Unidos necesitan colaborar entre sí.
Primero, porque los consumidores, empresas y agricultores estadounidenses, enfrentarían miles de millones de dólares en costos añadidos por parte de los aranceles de Trump, a lo habría que sumar las posibles represalias de México.
En segundo lugar, recordaron que México es el tercer mercado para los agricultores estadounidenses, recibiendo por ello hasta 19 mil millones de dólares en 2017.
Además, si inicia una guerra comercial, por lo que ambos países dejarán de enfocarse en construir prosperidad para sus habitantes.
En cuarto lugar, una guerra comercial erosionará la confianza necesaria por ambas naciones para enfrentar el crimen transfronterizo, el cual ha desatado una epidemia de drogas en Estados Unidos y violencia generalizada en México.
Finalmente, los ex embajadores recordaron que México enfrenta también una pesada carga de los flujos migratorios, con 25 mil solicitantes de asilo esperando en el país a que autoridades norteamericanas resuelvan su caso.
Los diplomáticos recalcaron que la relación entre ambos países afecta las vidas de sus ciudadanos más que cualquier otra, no solo por el tema comercial, sino por las inversiones mutuas, conexiones fronterizas, turismo y lazos familiares.
Por ello, dijeron los ex embajadores, se debe construir, y no destruir la confianza, “y abrazar, no minar, las mejoras reales en el comercio que están al alcance a través del T-MEC”.
-Con información de CNBC