Tras aplaudir la decisión de Estados Unidos de no imponer aranceles a las mercancías mexicanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que entre los compromisos que se entablaron entre ambos países está reforzar la frontera sur de México, por donde han ingresado 521 mil migrantes en lo que va del año.
Acompañado de gobernadores, gran parte de su gabinete, diputados federales, senadores, representantes de sectores económicos, sindicatos, líderes religiosos y alrededor de 10 mil asistentes en las calles –según cifras de la autoridad municipal- López Obrador celebró el acto en defensa de la dignidad nacional y a favor de la amistad con Estados Unidos.
En la calle Segunda esquina con Constitución, desde el Centro de Tijuana, el presidente dijo “lo que sigue es cumplir puntualmente con los compromisos: reforzar la frontera sur, aplicar la ley y respetar los derechos humanos”.
López Obrador fue el último de los oradores del evento que se prolongó casi dos horas. Comenzó con un recuento de los encuentros y desencuentros históricos entre ambos países, los cuales describió como “numerosos episodios de hostilidad y de entendimiento”.
Para abordar el fenómeno migratorio, hizo mención del modelo neoliberal impuesto particularmente en los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, lo cual, dijo, provocó una expulsión masiva de mexicanos hacia Estados Unidos en búsqueda de empleos.
“Creció el flujo de refugiados económicos y como nunca, tuvieron que irse a buscar la vida del otro lado de la frontera, millones de mexicanos cruzaron el Río Bravo en búsqueda de subsistencia económica y mejores niveles de vida”, manifestó.
También habló de cómo estos migrantes mexicanos se enfrentaron a la discriminación, atropellamientos y persecución policial, a la vez que surgían movimientos de apoyo para esta comunidad.
Destacó que en México viven 36 millones de personas de origen mexicano, 15 millones de ellas nacidas en México. También comentó que los mexicanos realizan el 30 por ciento de las labores agrícolas, el 20 por ciento laboran en la construcción y el 25 por ciento en actividades relacionadas con el turismo.
“Esos compatriotas contribuyen a la economía mexicana con remesas por más de 33 mil millones de dólares anuales”, refirió.
A su vez, aseguró que en México residen más de un millón de estadounidenses, por lo que entre estos países existe el “mayor intercambio demográfico del mundo”.
Sobre la tensión que se vivió entre ambas naciones tras el anuncio de Donald Trump de imponer aranceles a partir del lunes 10 de junio si México no frenaba la migración centroamericana, Andrés Manuel insistió en que ambas naciones deben impulsar programas de desarrollo en los países de Centroamérica.
“El fenómeno migratorio no surge de la nada. Seres humanos que necesitan emprender el peregrinar. Hemos expresado que resolveremos el fenómeno migratorio atacando sus causas profundas, mediante el desarrollo de la conducta y la paz”, dijo.
Del más de medio millón de migrantes centroamericanos que han ingresado a México en el curso de 2019, refirió que más de 159 mil son menores de edad y alrededor de 44 mil de ellos viajaron solos.
“Es una amarga y dolorosa realidad, no se puede enfrentar la solución a cerrar frontera o utilizar medidas coercitivas. Lo más eficaz y lo más humano es enfrentar el fenómeno migratorio combatiendo falta de oportunidades y pobreza para lograr que la migración sea opcional y no forzada”, expresó.
También anunció que, como parte de los acuerdos encabezados por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores en su viaje con secretarios de Estados Unidos, está el de ofrecer ayuda humanitaria, oportunidades de empleo, salud y bienestar a quienes permanecen en México mientras Estados Unidos procesa sus solicitudes de asilo.
Comentó que esto iniciará la próxima semana, sin abundar en detalles.
“Se impuso la política sobre la confrontación. Hubo voluntad para buscar una salida negociada al conflicto por parte del presidente Donald Trump y sus principales colaboradores, me consta, por eso no le levanto un puño cerrado, sino una mano abierta y franca”, refirió.
El primero en tomar el micrófono durante el evento fue Marcelo Ebrard, quien dijo haber regresado hace poco de Washington.
También expresaron su apoyo al presidente y celebraron los trabajos de la comitiva encabezadas por Ebrard en Estados Unidos, otros integrantes del presídium como Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; el padre Alejandro Solalinde, defensor de Derechos Humanos; Amalia Tello, representante de las comunidades indígena; el pastor Arturo Favela, representante de la comunidad cristiana y el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, quien también preside la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Sin embargo, la única voz crítica de los acuerdos tomados entre México y Estados Unidos para la no imposición de aranceles fue Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados.
Si bien, celebró el acuerdo para evitar una relación tan accidentada con la Unión Americana, dijo que la migración “no es una palabra maldita, es un derecho humano que debe ser respetado”.
“En la frontera norte pedimos que nos abran la puerta y en la frontera sur se nos pide cerrar la puerta para hacerle un oscuro favor a los Estados Unidos”, expresó el legislador federal.