El número de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos ha venido disminuyendo durante las últimas semanas, según cifras preliminares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense, citadas por el diario The Washington Post.
Según el mismo rotativo, durante mayo, EEUU. detuvo a más de 85 mil integrantes de “unidades familiares”, un promedio de casi 2 mil 800 por día, sin embargo, ese número ha disminuido en 13 por ciento desde principios de junio, luego de que el presidente Donald Trump amenazara a México con imponer aranceles si no detenía el flujo migratorio.
El WP agregó que las autoridades estadounidenses, “abrumadas” por el número de familias que intentan cruzar su frontera sur, esperan una disminución del 15 al 20 por ciento en las detenciones fronterizas a partir de mayo, mes en el que arrestaron a más de 144 mil migrantes y cuando los niveles de migración alcanzaron su punto más alto desde 2006.
Ayer, el presidente de los EE.UU., aseguró que México “está haciendo un muy buen trabajo” al detener migrantes antes de que lleguen a la frontera sur de la Unión Americana. Además, aseguró que Guatemala firmaría un acuerdo para ser “Tercer País Seguro”.
“México, usando sus fuertes leyes de migración, está haciendo un muy buen trabajo al detener a las personas mucho antes de que lleguen a nuestra frontera sur”, escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter.
Además, el mandatario estadounidense anunció que la próxima semana, el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) “comenzará el proceso de remover a los millones de extranjeros ilegales que ilícitamente han encontrado su camino hacia los Estados Unidos”.
En otro tuit, Trump aseguró que “Guatemala se está preparando para firmar un Acuerdo de Tercer País Seguro”, y dejó en claro que “los únicos que no harán nada son los demócratas en el Congreso. ¡Deben votar para deshacerse de las lagunas y arreglar el asilo!”.
El pasado 11 de junio, al leer el informe detallado sobre su visita a la capital estadounidense Washington D.C. y las negociaciones para evitar la imposición de aranceles, Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), afirmó que EE.UU. insiste en que México sea un “Tercer País Seguro”.
Ebrard Casaubón detalló que funcionarios del Gobierno mexicano se reunieron y tuvieron llamadas telefónicas con senadores, organizaciones de comercio y gobernadores de Estados Unidos. Asimismo, el Canciller enlistó los argumentos que México dio a conocer el pasado 5 de junio durante la reunión con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
Uno de los argumentos del Gobierno mexicano fue el despliegue de 6 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur, la persecución a las redes de traficantes de personas y el reforzamiento de puntos de control fronterizo.
Sin embargo, según el canciller, el vicepresidente estadounidense Pence insistió que ante el número de aprehensiones de migrantes en mayo -que fueron de 144 mil-, era necesario hacer un acuerdo bilateral sobre un “Tercer País Seguro” ese mismo día o el 6 de junio.
Sin embargo, la delegación mexicana le informó a su contra parte estadounidense que un mecanismo de ese tipo tendría que ser aprobado ante el Congreso mexicano y sería más positivo en un sistema regional en el que participen más países.
El 14 de junio, Trump dijo que su acuerdo migratorio con el Gobierno de México incluye un plan de “tercer país seguro” si otros esfuerzos para contener la crisis en la frontera entre ambas naciones fracasan.
Durante una entrevista con la cadena Fox News el mandatario estadounidense indicó que el plan incluye esa opción en caso de que México no pueda mermar el flujo de inmigrantes centroamericanos que se dirigen a EE.UU.
“Es totalmente correcto y eso es lo que va a suceder”, dijo Trump sobre la intención de su Gobierno de que México se declarara un tercer país seguro, en el que los solicitantes de asilo podrían estar en lugar de Estados Unidos.
La figura del “tercer país seguro” supone que las personas que solicitan asilo en un país, puedan recibir el mismo tipo de protección en otra nación, considerada segura, para aliviar los flujos migratorios del primero.