Desde hace meses la zona norte de Baja California Sur se encuentra bajo una amenaza ambiental, detectada por los habitantes de la región y confirmada por especialistas. Expertos han detectado una plaga en el Oasis de San Ignacio, en Mulegé que ha secado hasta ahora más de 2 mil palmas datileras en la zona.
De acuerdo a los antecedentes, fue desde inicios de este año que habitantes del norte del estado, empezaron a notar cómo hectáreas de palmas estaban siendo afectadas sin una causa aparente, por lo que se procedieron a iniciar las investigaciones pertinentes a fin de detener lo que estaba ocurriendo.
Arquímedes Hernández Torres, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste en el mes de febrero aseguró que los daños se debían a una plaga invasiva de un gusano de nombre “picudo rojo”.
“Tenemos una seca de más de 2 mil palmas, que en un principio pensamos que probablemente se debiera a la larva o algún vector de esta larva, pero al parecer han surgido otro tipo de problemáticas, además otro problema que se presenta en la zona tiene que ver con el agua, por lo que estamos llevando a cabo las investigaciones con autoridades y expertos en el tema”, confirmó José Luis Perpuly Drew, legislador de BCS.
Recientemente, el legislador de Acción Nacional exhortó a las autoridades a intervenir para la recuperación, conservación, investigación y vigilancia de los Oasis, a través de un punto de acuerdo que presentó ante el Congreso del estado Perpuly Drew solicitó instalar una mesa de trabajo en beneficio de esta problemática presentada en Mulegé.
El pasado lunes 10 de junio, autoridades de los tres niveles de gobierno e instituciones de investigación sostuvieron una reunión a fin de ejercer planes de trabajo.
“Nuestra próxima reunión la estaremos llevando próximamente para que podamos tener ya una respuesta de que posiblemente sea la causa de esta sequía que estamos teniendo en este oasis sudcaliforniano y si se trata de una alarma poderla frenar para que no se extienda al resto del estado. En Baja California Sur tenemos 184 oasis y ya se detectado ese tipo de larva pero no había impactado negativamente”, aseguró Perpuly Drew.
Los oasis, además de ser patrimonio cultural del estado, son la principal fuente económica de las comunidades, además de que atraen en gran medida al turismo.
“Las primeras comunidades en el estado nacen en estos lugares que son oasis y pues dependemos en los productos alimenticios, de las maderas pero también tenemos fauna y flora endémica, es el único lugar donde tenemos ese tipo de animales y plantas, por eso hay que cuidarlos, es parte la tradición, de nuestra cultura así que estaremos luchando por los 184 oasis”, aseguró el legislador.
Ante esta situación, se llevaron a cabo estudios en todos los oasis sudcalifornianos para prevenir una situación similar.antonio