El artista plástico zacatecano falleció el martes 7 de mayo. “Las imágenes de Rafael Coronel no pertenecen ni a la realidad ni al sueño, alientan en esa zona intermedia entre una y otro en que parecen sueños, pero son reales, en que parecen reales, pero son soñadas”, expresaría el escritor Salvador Elizondo
Con “La Marcha de Zacatecas” y aplausos, familiares, amigos y comunidad artística en general despidieron el miércoles 8 de mayo en el Palacio de Bellas Artes al artista plástico Rafael Coronel Arroyo, fallecido el 7 de mayo a la edad de 87 años en Cuernavaca, Morelos.
“(Coronel) Perteneció a una familia de tradición en la plástica mexicana. Su diálogo estético fue con México y su tiempo, pero también con el mundo. Miembro Emérito del Sistema Nacional de Creadores, hemos perdido a un gran artista emblemático de una época de México”, expresó Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, durante el homenaje póstumo al artista.
“El INBA lamenta la partida del artista Rafael Coronel Arroyo, quien deja un legado imprescindible en la historia del arte mexicano”, emitió el Instituto Nacional de Bellas Artes el día del deceso.
Durante el adiós a Rafael Coronel en Bellas Artes, Frausto prometió: “Esta mirada del maestro Coronel es la que vamos a promover, a comprometernos a preservar, a seguir divulgando, que se cite a la imaginación y al ensueño”.
DE ZACATECAS
Rafael Coronel Arroyo nació el 24 de octubre de 1931 en la ciudad de Zacatecas. En 1952 ingresó a la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda”, y para 1959 presentaría su primera individual en Ciudad de México, justo en el Palacio de Bellas Artes.
Desde entonces forjó una trayectoria artística que lo llevó a exponer diversas individuales como en la Galería de Arte Moderno, Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno; Bienal de San Pablo, Brasil; Castello Sforsesco en Milán, Italia; Museo Real de Arte de Bruselas, Bélgica; los contemporáneos en Nueva York; Museo de Arte Moderno en Nueva York, por citar solo algunas.
De hecho, cuando expuso en el Centro Nacional de las Artes en 2011, como parte de los homenajes por sus 80 años, Rafael Coronel Arroyo advirtió: “Para mí lo cotidiano es la materia prima más importante, a veces en los libros encuentro la mejor inspiración porque ahí se encuentra toda la historia del mundo, de la naturaleza humana con todas sus conquistas, fracasos y retos”.
“LAS IMÁGENES DE RAFAEL CORONEL NO PERTENECEN NI A LA REALIDAD NI AL SUEÑO”: ELIZONDO
Uno de los legados del maestro Rafael Coronel es el museo que lleva su nombre, a su vez inaugurado en 1990 en Zacatecas, de donde era originario.
Ubicado en el ex Convento de San Francisco, construcción que inició en el Siglo XVI y concluyó en el Siglo XVIII, el Museo Rafael Coronel es uno de los sitios emblemáticos de Zacatecas.
“Desde este lugar partieron las misiones que colonizaron y evangelizaron el norte de México. Los trabajos de restauración del inmueble histórico se llevaron a cabo de 1987 a 1990, bajo la supervisión de Federico Sescosse. El guion museográfico fue diseñado por Alfonso Soto Soria y el museo abrió sus puertas el 5 de julio del mismo año, en honor del destacado pintor zacatecano Rafael Coronel, de quien se exhiben obras realizadas especialmente para este museo. En el año 2000 fue ampliado en sus instalaciones y acervo, con fondos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, mediante el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE)”, reza la presentación del Museo Rafael Coronel, que por cierto, cuenta con 22 salas de exhibición.
Según el recinto, las salas del Museo Rafael Coronel cuentan con un acervo de más de 16 mil piezas, entre máscaras, dibujos, ollas, terracotas, objetos prehispánicos, títeres, exvotos, cuadros, artesanías, instrumentos musicales y muebles coloniales. “Su colección de máscaras es considerada como la más grande del mundo”, señala el Museo Rafael Coronel.
Finalmente, Salvador Elizondo se refirió a la importancia de la obra de Rafael Coronel:
“Las imágenes de Rafael Coronel no pertenecen ni a la realidad ni al sueño, alientan en esa zona intermedia entre una y otro en que parecen sueños, pero son reales, en que parecen reales, pero son soñadas”.