Con una inversión de 485 millones de pesos el gobierno de Enrique Peña Nieto inauguró la obra que jamás concluyó. “La empresa sigue ejecutando obras el día de hoy, principalmente me estoy refiriendo a instalaciones, y eso es una cuestión que advierte que el contrato no está, o no se terminó debidamente”, asegura Mario Gálvez Gámez, Director del OOMSAPAS en La Paz
El 13 de junio de 2018, en su última visita a Baja California Sur como Presidente de México, Enrique Peña Nieto entregó dos obras públicas que en su conjunto sumaron mil 58 millones de pesos: la Presa La Palma en Los Cabos, y su compromiso número 121 de campaña: la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Paz, la cual tuvo una inversión aproximada de 485 millones de pesos y atendería la demanda de más de 220 mil habitantes, pues la antigua instalación había cumplido su vida útil.
El proyecto contemplaba también la construcción de una planta desalinizadora en la Capital y de la planta con proceso de Lodos Activados, con capacidad de 700 litros por segundo; la rehabilitación de los colectores Olas Altas, Agustín Olachea, Transpeninsular y Sur; construcción de cárcamos de bombeo de aguas crudas y tratadas; además de la construcción de emisores de aguas.
La inversión estaría dividida de la siguiente manera: 68 por ciento para la planta de tratamiento; 14% en los emisores de aguas, 10% para cárcamos de bombeo; 3% en rehabilitación de colectores; y 5% en estudios y supervisión.
“Se encuentra, sí funcionando de alguna manera el tren de tratamiento de agua y lo reconozco eso, pero el tren de tratamiento de lodos no funciona, recientemente se intentó poner en funcionamiento el tren de lodos, a raíz de ciertas quejas por descarga de lodos de manera inadecuada, qué fue lo que ocasionó esto, que el tren de tratamiento de agua se alteró, entonces ahorita y eso está por análisis, ya comprobado, el tren de tratamiento de aguas no está dando la calidad de agua que debe tener, ahorita te puedo decir que, con el desorden que se generó, ni los lodos ni el agua está cumpliendo la planta de tratamiento por periodos”, denunció Mario Gálvez Gámez, director del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) La Paz.
Pero “de hecho está incompleto en muchas partes”, la obra fue un anuncio fantasma, ya que nunca fue probada por la administración federal, apenas se invitó al Gobierno del Estado y al Municipio para darle validez al asunto.
Pero la empresa FYPASA Construcciones, SA de CV no había culminado la obra, solo se trataba de quedar bien con la sociedad al “cumplir” con un compromiso de campaña presidencial. La obra de por sí ya estaba retrasada, ya que se estimaba su construcción en no más de dos años.
“La empresa sigue ejecutando obras el día de hoy, principalmente me estoy refiriendo a instalaciones, y eso es una cuestión que advierte que el contrato no está, o no se terminó debidamente. Preocupa el hecho de que los contratos de obras públicas todos tienen fianzas para vicios ocultos, principalmente, si el contrato terminó en 2017 para este caso, normalmente son por un año una vez entregadas las obras, preocupa el hecho de que ya haya pasado tanto tiempo y no estén vigentes para hacer los reclamos”, denunció el titular de OOMSAPAS La Paz.
Entre las irregularidades actuales destaca el tren de tratamiento de lodos, que hasta el día de hoy no se han puesto en operación las calderas; el sistema de eliminación de olores no está completo. No funcionan los medidores de gasto en la entrada, en la salida de la planta de tratamiento, y son dispositivos súper necesarios para control del proceso del tratamiento de aguas.
Además de cosas fáciles de detectar y graves, los laboratorios, los talleres, que tienen que contar con equipamiento básica, las estructuras están, pero no se equiparon; los lechos de secado de los lodos o las celdas de disposición de lodos ya desactivados en los cuales se colocan para terminar el proceso de almacenaje, no cumple lo establecido en el contrato.
“En un inicio y hablando del proyecto, de términos de referencia, se hablaba de cuatro celdas de dimensiones de lo que eran de 100 por 300 metros, porque eran cuatro celdas, de las cuales se construyó solo una celda, de dimensiones realmente muy reducidas”, denunció Mario Gálvez Gámez.
En cierta medida se trata de un elefante blanco, construido para tratar aguas residuales y regresar aguas con calidad para riego, sin embargo, solo almacena las aguas y las regresa igual de contaminadas.
LA FARSA DEL PROYECTO
La planta de tratamiento que prometía el saneamiento del cien por ciento de las aguas residuales del municipio, con ello se atendía una demanda sentida, además que terminaría con los malos olores de la zona de la cola de la ballena y los vecinos de los alrededores.
“No es posible, por las tardes tenemos que estar encerrados, ni siquiera una ventana se puede tener, y digo en la tarde ya que le empieza a pegar el sol a la planta, son fuerte olores a pudrición, se suponía que nos iba a servir a los vecinos para terminar con los olores y no que se ponga peor. Algo tienen que hacer, según es nueva y huele a muerto”, denunció Julia Rodríguez, habitante de la colonia Altezza Residencial.
Pero son alrededor de 15 colonias, plazas comerciales y establecimientos los que se encuentran alrededor y que están padeciendo de problemas, además de esos 220 mil habitantes que no están recibiendo, además del Ayuntamiento de La Paz que le prometieron una obra que vendría a saldar muchos problemas, y sólo ha venido a generar más.
“Es una planta técnicamente inconclusa de acuerdo al contrato, lo que estamos exigiendo a nombre de la comunidad de La Paz, es que se termine adecuadamente una planta que se ha gastado más de 450 millones de pesos de los mexicanos, por ello como Ayuntamiento hoy lo estamos dando a conocer porque vamos a solicitar la intervención de la Conagua (Comisión Nacional del Agua) y también vamos a solicitar la intervención de la Auditoría Superior”, lanzó Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, alcalde de La Paz.
FYPASA Construcciones, empresa que ganó la licitación, recibió dos contratos: uno que inició en noviembre de 2015 y otro más en julio de 2017, con la promesa de ser culminada la obra en enero de 2018.
La obra significaría una inversión importante para saldar la necesidad del tratamiento de aguas residuales, pero tanto la empresa como la misma Conagua, encargada de la obra, incumplieron con los paceños, pues a tres años y medio de inicio de obra, el resultado es un acto de corrupción.
“Le estamos pidiendo a Conagua que exija a FYPASA, primero, el cumplimiento de contrato, y en caso de no hacerlo, exigirle el pago de las fianzas de garantías ante vicios ocultos, que una obra de esa magnitud debe de tener, y por supuesto, en caso de que se detecten por los órganos fiscalizadores algún tema de corrupción, vamos a pedirle a la autoridad que se ponga una sanción ejemplar”, denunció Muñoz Álvarez por parte del municipio.
Según el contrato, señala el diseño, construcción, equipamiento, estabilización y puesta en marcha de esta obra, pero hoy en día sigue en construcción, casi un año después de su entrega y sigue sin terminarse.
Y aunque el contrato se celebró entre Conagua y el particular, es el Ayuntamiento de La Paz el tercer interesado, quien debería de recibirla y hasta el momento se ha negado a recibir algo que de entrada no cumple con lo establecido y en segunda, que ni siquiera cumple con la mínima función, de tratar las aguas adecuadamente.
“El contrato es un contrato Conagua-empresa así está estipulado, nosotros ahorita estamos ya como a quien se intenta, a quien se le intenta entregar esta planta de tratamiento, sin embargo, en una acción responsable del organismo operador no se puede recibir una planta de tratamiento que está inconclusa”, manifestó el representante del Municipio.
Algunas de las irregularidades encontradas dentro de esta planta, es que el proyecto inicial señala 4 celdas de almacenamiento para lodos, y solo se construyó una, algo muy evidente, además de la falta de equipo que no se ve en las instalaciones. De acuerdo a los costos de operación, de recibir en estas condiciones la planta y podría costarle a La Paz su funcionamiento, actualmente costaría operar la planta un millón de pesos al mes, pero el costo real debe de ser 250 mil pesos mes con mes.
AUDITORÍA DEMOSTRÓ OBRA INCONCLUSA
En abril del 2017, la Auditoría Superior de la federación dio cuenta de que la obra estaba retrasada y que había irregularidades, mismas que hoy salieron a la luz pública, mediante la auditoría de inversiones físicas 16-5-16B00-04-0399 399-DE se puso al tanto, que la autoridad sabía de las irregularidades cometidas para ejecutar la obra, el mayor responsable, la Conagua.
Según la auditoría, resalta algunos puntos relevantes, que el Gobierno Federal conocía y fue omiso al intentar entregar dicha planta incompleta al Ayuntamiento de La Paz.
- De la revisión al contrato de obra pública a precio alzado y tiempo determinado núm. CONAGUA-CGPEAS-FED-OP-044/2015-LPN, que tiene por objeto la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en La Paz, Baja California Sur, con capacidad para tratar 700 l/s, se constató que la Conagua no puso oportunamente a disposición del contratista el inmueble donde se ejecutaría la obra pública, puesto que lo entregó el 8 de marzo de 2016, cuando debió hacerlo a más tardar el 29 de enero de ese año.
- Se observó que en el contrato de servicios relacionados con la obra pública núm. CONAGUA-CGPEAS-FED-SUP-045/2015-LPN, que tiene por objeto supervisar la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, la entidad fiscalizada aplicó a la contratista retenciones en los meses de marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2016 por 27.4, 6.0, 1.7, 0.0, 0.0, 4.1, 6.0, 5.7 y 17.1 miles de pesos; sin embargo, le faltó retener importes por 14.5, 14.5, 14.5, 6.6, 4.6, 4.6, 4.6, 4.6 y 1.7 miles de pesos en dichos meses, debido a los atrasos registrados entre el avance real y el indicado en el programa de obra autorizado.
- Con la revisión del contrato de obra pública a precio alzado y tiempo determinado núm. CONAGUA-CGPEAS-FED-OP-044/2015-LPN se determinó que la Dirección Local de Conagua BCS, no puso oportunamente a disposición del contratista el importe del anticipo concedido para el ejercicio de 2016, ya que lo entregó el 16 de junio, en lugar del 31 de marzo de ese año, 78 días después de la fecha estipulada en el contrato.
- En la obra pública núm. CONAGUA-CGPEAS-FED-SUP-045/2015-LPN, se determinó que la Dirección Local no puso oportunamente a disposición de la supervisora externa el importe del anticipo concedido para el ejercicio de 2016, puesto que lo entregó el 3 de junio, en lugar del 31 de marzo de ese año; es decir, 65 días naturales después de la fecha estipulada en el contrato.
- Con la revisión del Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, específicamente del anexo en que se informa del avance físico y financiero de los programas y proyectos de inversión al cuarto trimestre de 2016, se constató que la Conagua, en su carácter de órgano desconcentrado, reportó por medio de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que el proyecto 1416B000095, “Construir una Nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en La Paz”, carecía de inversión aprobada, asignada y ejercida; sin embargo, con la documentación proporcionada por la entidad fiscalizada se verificó que al 31 de diciembre de 2016 se habían erogado 324,120.2 miles de pesos en dicho proyecto.
- Se observó que en el contrato de obra pública, la Conagua no contó con el proyecto ejecutivo con antelación a la fecha prevista para el inicio de los trabajos, ya que se consideró su elaboración en el catálogo de actividades y a la fecha de revisión (abril de 2017) los planos entregados por la contratista se encontraban en estatus de revisión, puesto que apenas estaba el proceso de la elaboración del proyecto, es decir, no existía al momento de su aprobación.
- En la visita de inspección física realizada del 7 al 9 de marzo de 2017, se constató que en el edificio de Administración el área del Almacén de Papelería tiene 4.76 metros cuadrados y la caseta de vigilancia 4.91 metros cuadrados; y en el edificio de Taller y Almacén el área destinada al Almacén General tiene 46.50 metros cuadrados y no las medidas establecidas en el contrato de 6, 20 y 50 metros cuadrados, respectivamente, indicados como áreas mínimas en los términos de referencia del proyecto; así también no se construyó el área destinada al Centro de Lavado.Además de que la geomembrana de la subactividad rehabilitación de celda de almacenamiento de lodos, contenida en la actividad 012 Digestor de lodos, no se había pedido, suministrado, ni colocado en la obra; al momento de la auditoría, ya se había pagado el 90.0% del monto autorizado para dicha actividad y no se hizo.
- Se había estimado y pagado equipamiento puesto en obra, sin embargo, dicho equipamiento no estaba físicamente en el sitio.
- Se observó que la Comisión Nacional del Agua no llevó a cabo las acciones de control, vigilancia, evaluación, información y documentación de los recursos federales transferidos, puesto que no demostró documentalmente la realización de dichas acciones, ni el destino de los rendimientos financieros generados por los recursos federales transferidos al proyecto para construir una nueva planta de tratamiento de aguas residuales.
LA OBRA QUE NUNCA EXISTIÓ
“Se ven unos tanques gigantes y es todo, pero dicen que no funciona, y yo sí estoy molesto, porque no es posible que pongan algo que sólo suelte malos olores, es de verdad una pena que una obra nueva sólo genere problemas”, dijo Manuel Pérez Aguirre, habitante de la colonia Villas del Encanto.
Con bombo y platillo se despachó el Gobierno Federal al anunciar la creación de la obra, pero alguien se benefició y se aprovechó del momento.
La empresa, quizá, fue la más perjudicada, pues pudo existir un acuerdo para desfalcar el proyecto y entregar una obra inconclusa, un elefante blanco, pero el Ayuntamiento de La Paz se negó en recibir la Planta, lo que estropeó los planes de alguien y obligó al involucrado a entregar al 100%.
Y es que la Conagua supo desde un principio que la obra estaría retrasada para su entrega, pero no sólo eso, sabía que la Planta se estaba entregando incompleta, por lo cual pudiera existir un grado de responsabilidad, y hasta omisión o complicidad, pero serán las autoridades responsables, como la Auditoría Superior de la Federación la que se encargue de señalarlo, “encontrando con esta planta de tratamiento, que es una obra que se comprometió desde los inicios de la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto, compromiso presidencial integral, esta comprendía varias obras, pero tenía que ver sobre la disponibilidad de recursos tanto de Gobierno del Estado, municipales y federales, solamente fue la planta de tratamiento, se dejó de hacer por ejemplo una planta desalinizadora que también era un proyecto parte de este”, dijo el director del OOMSAPAS La Paz.
Los problemas por el retraso de obra, responsabilidad de la Conagua y desde luego FYPASA Construcciones, pusieron en riesgo más que el tiempo de terminación del proyecto, sino que las fianzas por vicios ocultas podrían estar vencidas.
El detalle es que los únicos perjudicados, en primera instancia son los ciudadanos, después al Ayuntamiento de La Paz que tendrá que hacerse responsable de poner en operación una planta inconclusa, que sólo generaría más gastos; por otro lado está la Conagua, que deberá responder ahora por la falta de ejecución de recursos, pues a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales le falta equipamiento por el que ya se pagó y la Comisión no supervisó su aplicación.
Por último, la empresa será sancionada de no cumplir con un contrato.
“El contrato que se otorgó, bajo la modalidad de llave en mano o precio alzado, ese contrato desde noviembre del 2015, tenía un periodo de ejecución de 540 días de término, o bien un año y medio, la obra de la planta de tratamiento debió de haberse concluido en 2017 si todo sale como se había programado, de inicio era de noviembre a mayo del 2017, entendemos que todos los contratos presentan retrasos, muchos de los contratos por diversas situaciones presentan prórrogas en cuanto a plazos”, expuso Gálvez Gámez.
Pero la empresa no cumplió lo establecido en el contrato, ni siquiera el mínimo funcionamiento.
“El compromiso de FYPASA era desde el diseño hasta estabilizar la planta, es que tendría que entregar una planta de tratamiento debidamente comprobada, que funcionaban todas sus estructuras y sus trenes de tratamiento”, completó el director del Organismo.
No solo es señalar la incompetencia de la empresa, sino que ésta haga lo que esté a su alcance por cumplir el compromiso, y aunque el municipio no puede demandar el incumplimiento del contrato, sí puede obligar a la Conagua a solicitar se cumpla con lo establecido en el contrato.
Si la planta de tratamiento de aguas residuales se pone en operaciones tal cual, de nada habrá servido la obra nueva.
“Todos estos faltantes en un grueso son preocupantes, nosotros no podemos recibir una planta de tratamiento que no esté funcionando adecuadamente, por dos razones, primeramente es un correcto ejercicio de dinero público, y por otro lado, es el asumir la planta de tratamiento por parte del Organismo, de alguna manera nos hacemos copartícipes de algo que no fue correctamente ejecutado. Pero principalmente el Organismo Operador no le podrá hacer frente a equipar todo esto que está pendiente a construir lo que está pendiente”, dijo el director de OOMSAPAS La Paz.
A la par de vienen otros problemas, el proyecto contiene otros aditamentos que no se cumplieron, que ni siquiera se ha hecho el intento por completar, uno de ellos es la planta de emergencia, con la cual se podrá reactivar la planta en caso de un apagón, y esta debe tener una capacidad eléctrica, sin embargo, el cárcamo nuevo no cuenta con la planta y opera con la antigua, en caso de un apagón, se podría venir un problema más grave de derrame de aguas negras y un problema serio de salud.
La empresa ignoró cualquier problema que se puede venir y no cumplió.
“De acuerdo al contrato de ese cárcamo, ahí tendría la necesidad de instalarse una planta de emergencia, en un principio hablaban de mil kilovatios, en realidad los cálculos dan, y los planos dan a uno de 750 kilovatios, esto va más allá, están trabajando con la planta de emergencia que tenía el cárcamo antiguo, que es solamente de 200 kilovatios, entonces Yo ahorita tengo una contingencia que se vaya la energía eléctrica y yo estaría en un serio problema, porque mi planta de emergencia que ahorita tengo instalada no va a ser suficiente para desalojar la totalidad de aguas, con esa planta emergencia no puedo encender todos los equipos de bombeo y lo que va a pasar es que se empezaría un problema hacia atrás de derrames de aguas residuales”, explicó Mario Gálvez Gámez.
Si bien la mayor parte del recurso para la obra ha sido entregado a la empresa para el proyecto, en algunos casos es inexistente el equipamiento, así como el proceso marcado.
Además de que las especificaciones marcadas en el contrato a lo que realmente se encuentran en físico, lo actual no cumple las dimensiones establecidas y por las cuales se pagó.
“Entiendo que todos estos dineros, a la fecha debieron de estar ya pagados, entonces pues yo creo que lo justo que la empresa nos ayude, o sea que es una cuestión de responsabilizarnos, en esta parte nos ayude a nosotros concluir todo esto, a entregarnos una planta debidamente estabilizada y vamos hacia delante, nosotros a partir de ahí operaríamos y nos haríamos responsables de todo demás”, manifestó el Organismo.
Una de las graves situaciones que pudiera venirse más adelante, es que la planta no cuenta con el proceso de atención a los gases que liberan las aguas tratadas, entonces reconocieron que la planta que se pretende entregar ni siquiera cumple con normas de sanidad y protección al ambiente.
“Dentro del contrato también hay que decirlo eliminaron esa parte lo que es la cogeneración de energía la dejaron de lado, entiendo que es por una cuestión de presupuestos, sin embargo, los gases no se pueden tirar al medio ambiente de esa manera irresponsable, porque esos gases son más dañinos en el medio ambiente que el mismo CO2”, finalizó el director del OOMSAPAS La Paz.
En cuanto a la respuesta por parte de Conagua no se tiene ni siquiera atención al caso, pues José Carlos Robles Valenzuela quien actualmente desempeña el cargo de Director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento en el Organismo de Cuenca Península de Baja California de la Comisión Nacional del Agua desde Mexicali, Baja California, también se encarga de la Dirección Local en Baja California Sur, el cual visita dos veces al mes.