La tarde del jueves 2 de mayo, el presunto delincuente llegó en un vuelo proveniente de Mexicali, Baja California, donde fue capturado. El mismo jueves se le trasladó al Centro de Reinserción Social de La Paz, tras una orden de aprehensión por el delito desaparición forzada de personas en Guerrero Negro
En un operativo conjunto entre Policía Estatal Preventiva y las procuradurías generales de Justicia del Estado (PGJE) tanto de Baja Californias como de Baja California Sur, tras una serie de investigaciones, se capturó en Mexicali, Baja California a quien dijo llamarse Edson Geovanny Reyes Reyes “El Chucky” y/o “El 04” o “El 4 de la Baja”, presunto líder de plaza desde Santa Rosalía hasta Guerrero Negro en Mulegé.
Fuentes de inteligencia colocan a este individuo de 25 años de edad como el encargado de desaparecer y cometer homicidios en contra de miembros de células delictivas de otros grupos.
La tarde del 2 de mayo, “El Chucky” llegó en un vuelo procedente de Mexicali, donde se le ejecutó orden de aprehensión. El mismo jueves se le trasladó al Centro de Reinserción Social de La Paz, donde quedará interno a disposición del juez por el delito de homicidio calificado con la agravante de tortura en el municipio de Loreto, y una orden de aprehensión por desaparición forzada de personas cometida por particulares en Guerrero Negro, Mulegé.
“Era sicario en Los Cabos, encargado presuntamente para el Cártel de Sinaloa, cuando la cosa se puso difícil fue enviado a Mulegé a disputar la plaza, esto ocurre a finales de 2017 y fue el encargado principal de generar violencia en la zona; desde su llegada tiene varias órdenes de aprehensión, así como calacas y desaparecidos”, confió una fuente de inteligencia federal.
Las investigaciones de seguimiento iniciaron hace una semana, cuando “El Chucky” fue visto el fin de semana transitando en Guerrero Negro, desde entonces fue puesta una guardia que lo siguió día y noche hasta montar el operativo para su detención.
“Este jefe de sicarios estaba encargado de operar a cada uno de los pistoleros de la zona norte, no solo Mulegé, también Loreto y Comondú, además de amenazar a vendedores de droga y periodistas en dichos municipios”, agregó el consultado.
Fueron varios operativos en los que participó la Secretaría de Marina, en los que el líder de sicarios pudo escabullirse del operativo, “mucho se habla que fueron los cuerpos policiacos en Mulegé quienes lo protegían y por ello no pudieran detenerlo, se tuvo que armar un operativo fuera de su terreno, donde finalmente pudo caer”.
Según la fuente, “El Chucky” mantenía fuerte control en la zona norte, de tal suerte que por dos años se le vio tranquilamente circulando en las calles, bares y comunidades, “era un blanco muy visible” que infligió temor a la comunidad, incluso hay quienes afirman que mantenía secuestrada la zona.
El también conocido como “El 04” tenía mucho movimiento entre Baja California y Baja California Sur, fuentes extraoficiales confirman que era constante su asistencia a Tijuana, Mexicali y Ensenada.
“La última vez que fue visto su actitud había cambiado, era demasiado ruido que metió en la zona, se calentó y eso no le gustó a los operadores, por lo cual era necesaria su salida. Incluso el número de muertes se dispararon de manera exagerada, y todavía hay muchos que quedaron amenazados, que desconocen que fue detenido y siguen con el temor. Me atrevo a decir que incluso empresarios que fueron extorsionados por el criminal y que callaron. Esperamos haya denuncias en su contra una vez ejecutada la orden de aprehensión”, añadió el federal.
El detenido cuenta con un amplio historial delincuencial, detenciones en Los Cabos por orinar en la vía pública, así como en Ensenada, Baja California por agresiones y daños en propiedad ajena, al golpear a un conductor de taxi y daños a unidad de transporte.
A esto se suma una serie de delitos cometidos presuntamente por “El Chucky”, como privaciones ilegales de la libertad, tortura, homicidio, narcotráfico, portación de armas de uso exclusivo del Ejército, amenazas y lo que resulte.
En el amplio historial delincuencial destacan operaciones realizadas en diversas partes de la Península de Baja California, donde se le ve portando armas de grueso calibre, rifles de asalto, encapuchado y en camionetas al lado de otros presuntos sicarios. En su brazo derecho se puede observar un tatuaje de esqueletos. De acuerdo a investigadores, pudiera tratarse de las vidas que quitó en su cargo como líder de sicarios.