La oferta de Óscar Vega Marín como abanderado del PAN para contender por la gubernatura de Baja California se ha caracterizado por marcar distancia con el actual mandatario estatal Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid.
El candidato del partido blanquiazul incluso declaró estar dispuesto a auditar las finanzas del gobernador emanado de esa fuerza política, siempre y cuando logre sucederlo. Argumentó que con ello simplemente estaría cumpliendo con una obligación en su calidad de gobernante en turno.
El desapego de Vega Marín con el primer panista a nivel estatal (dada su posición en el ámbito gubernamental) fue notorio cuando se registró como contendiente el domingo 24 de marzo en el Instituto Estatal Electoral, donde “Kiko” no figuró entre las figuras del panismo que lo acompañaron para la ocasión. Ese escenario se replicó una semana después, el domingo 31, en el marco de arranque de las campañas políticas.
En este caso Vega Marín fue reiterativo. Volvió a desmarcarse del mandatario. Lo hizo con una canción de Los Tigres del Norte, a la que se le modificó la letra con motivo de su postulación. Una de las estrofas pone de manifiesto que entre ambos no existe parentesco, por si el patronímico que comparten pudiera sugerirlo: “Dejémonos de dimes y diretes, si hay algo que debemos de aclarar, tal vez el apellido se parece pero que no nos mezclen, nos quieren desbancar”.
Desde que figuraba como precandidato único del PAN, el ex secretario de educación en el estado, apeló a su derecho de despejar cualquier duda en ese sentido, para lo cual recurrió a su cuenta de Facebook: “…No tengo ningún familiar de apellido VEGA en el gobierno del estado”. Mensaje que acompañó con el mismo tema norteño, en su versión original y el cual lleva por título “Ni parientes somos”.
Una vez volcado a la faena proselitista, también difundió un spot vía red social, auspiciado por el Partido Acción Nacional y en el cual propone que “es tiempo de meter a los corruptos a la cárcel”, planteamiento que en dado caso no excluiría a “Kiko” Vega dado que en la PGR obra denuncia en su contra por corrupción. En un cartel electrónico emitido en el mismo ánimo amonestador fue más específico: “Quien robe al estado pagará con la cárcel”.
Óscar Vega inició su campaña al primer minuto del 31 de marzo, en la glorieta Lázaro Cárdenas, sobre bulevar del mismo nombre y Benito Juárez, en Mexicali.
Ese día, hizo presencia en los cinco municipios de Baja California. Mientras que en la capital del estado igualmente se sometió a la prueba del antidoping en Tijuana presentó su declaración 3 de 3 (patrimonial, de intereses y fiscal).
Como parte de su discurso de campaña, Vega Marín ha dicho que los bajacalifornianos “requieren un gobernador honesto y transparente” y que “lo que más ha lastimado a los ciudadanos son los excesos, la corrupción y la impunidad”.
Hizo énfasis en que él no arribaría al gobierno “a robar sino a servir”.