El día miércoles 27 del mes de marzo, visitó estas tierras el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Andrés Manuel López Obrador. Realmente el encuentro que se dio con el primer mandatario de la nación tenía por objeto reunirse con el pueblo sanluisino.
La prensa bajacaliforniana asedió constantemente al presidente pidiéndole información a quien es el primer mandatario del país. Asediado seguramente por la multitud, dio una respuesta a los periodistas reclamantes que, debidamente analizada, nos muestra que aún los presidentes de la república se equivocan.
López Obrador sentenció en esta ocasión con una frase con contenido erróneo y de falta de asesoría jurídica, al expresar lo siguiente: “soy dueño de mi silencio”, queriendo dejar en claro que él habla o no habla a voluntad.
Desafortunadamente, el representante del poder ejecutivo federal, no tomó en cuenta que existe una garantía constitucional de carácter social-política que es el derecho que tiene el ciudadano mexicano de ser informado por sus representantes, garantía que entendemos consiste en que cada ciudadano de este país puede y debe ser sabedor de cómo marcha la cosa pública y un pueblo mientras mejor informado es por sus autoridades, en esa medida es una ciudadanía democrática.
En muchas de las manifestaciones de Don Andrés Manuel hemos estado de acuerdo, sin embargo, en esta ocasión, quienes lo asesoran, no le han proporcionado al presidente una visión del sistema jurídico mexicano, base y fundamento de la existencia de esta república democrática e igualitaria que en su orden constitucional establece la potestad ciudadana de ser informado sobre la marcha del gobierno de la república.
Arnoldo Castilla es abogado y catedrático de la UABC.