(Enviado especial)
Apenas ha pasado una semana del traslado de los poco más de 500 internos que quedaban en el complejo de prisiones de Islas Marías, y aún se perciben sus energías, coincide un nostálgico personal penitenciario.
Sin embargo, los trabajadores administrativos, técnicos, y operativos están más preocupados por conocer su futuro, pues muy pronto podrían dejar el archipiélago del Océano Pacífico para ser reubicados, igual que los reclusos en alguno de los penales federales del país.
Se trata de unos 400 servidores públicos que de acuerdo con lo expresado por el Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado, Prevención y Reinserción Social (OADPRS), Francisco Garduño Yañez, serán readscritos al centro federal más cercano a su domicilio o donde lo soliciten.
El personal de custodia que ingresó al servicio penitenciario por el tipo de trabajo operativo, acepta con disciplina estoica su incierto destino, pues ya están acostumbrados al cambio constante, mientras que los trabajadores administrativos -enamorados de la Isla- desean permanecer en el lugar.
Al respecto el comisionado Garduño aseguró que ante ese deseo de quedarse en la Isla María Madre, algunos de los servidores de la nación podrían ser transferidos a la SEMARNAT, dependencia que en poco tiempo reabrirá el control y disposición de esa franja de tierra para iniciar el nuevo proyecto cultural y ecológico anunciado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La ventaja de que estos trabajadores quedaran en la Isla, sería además de su mística de servicio, el conocimiento que tiene de ese espacio territorial mexicano, por lo que se contempla al propio personal operativo.
Por el momento todo se encuentra en completa calma en el que fuera el complejo carcelario más alejado del continente, que sin dudas, además de haber cerrado sus puertas como prisión por cuestiones ideológicas de política criminal, se vio severamente afectada por los efectos del huracán Willa, que el pasado 23 de octubre azotó la infraestructura y recursos naturales de la isla.
Los “muros de agua” inspirados en la obra del escritor José Revueltas, siguen flanqueando aquel pedazo de tierra en medio del mar, pero sin personas privadas de la libertad.
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