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sábado, febrero 17, 2024
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Barroso: tres de líneas de investigación

Para esclarecer el homicidio del periodista Santiago Barroso Alfaro, sobran caminos y falta rumbo. La Fiscalía de Sonora mantiene el caso y no ha podido definirse por completo por una línea, ni la profesional o personal. El asesinato del conductor del programa “Buenos Días San Luis”, se da días después del atentado contra dos periodistas de Hermosillo, Sonora, donde perdió la vida Reynaldo López y resultó lesionado Carlos Cota. El único caso de esta naturaleza que se ha registrado en San Luis Río Colorado, ocurrió hace 22 años, cuando sicarios terminaron con la vida de Benjamín Flores, crimen que se encuentra en total impunidad


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Tres hipótesis se investigan de inicio en el expediente del homicidio de Santiago Barroso: dos columnas que escribió en contra de integrantes del Cártel de Sinaloa, destacando algunos miembros de la familia Garibay; su trabajo y relaciones en la docencia; y el enfrentamiento judicial con el regidor  Manuel Ramón Santeliz Ortiz.

“Ingeniero… ingeniero”, gritaron al menos tres veces desde el portón principal de la vivienda ubicada sobre Callejón Sinaloa, entre calles 7 y 8 del municipio de San Luis Río Colorado, Sonora.

El reloj se acercaba a las diez de la noche del viernes 15 de marzo, cuando Santiago Barroso Alfaro, quien se encontraba ya recostado y en pijama, se reincorporó al escuchar el llamado proveniente del patio de su vivienda.


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Asomó la cabeza desde la ventana de la recámara y dijo a su esposa “es un bato” con suma naturalidad; también comentó que no lo reconoció, por lo que  decidió  vestirse, empuñó su teléfono, alistó la llamada al número de emergencia y descendió para atenderlo; antes de bajar le pidió a su esposa Lidia permanecer en el segundo piso de la casa.

Al abrir la puerta, el responsable -del que no se han informado detalles ni descripción- apuntó su arma calibre .25 y disparó en tres ocasiones hacia el cuerpo del periodista. Con el primero cayó al suelo, los otros dos penetraron su abdomen cuando se encontraba en total indefensión.

Una vez que escuchó el primer disparo, su esposa corrió hacia la planta baja de la casa, pero Santiago le gritó que permaneciera arriba. Cuando el sujeto huyó, Lidia finalmente pudo acercarse a su marido, quien con sus últimos esfuerzos logró llamar al número de emergencia y pedir una ambulancia, pero no pudo facilitar su ubicación, entonces su mujer le arrebató el teléfono para solicitar auxilio.

El homicida corrió hacia la calle 8, donde lo esperaba un vehículo tipo pick-up, a bordo de éste iba una mujer, según comentaron varias fuentes allegadas al caso. En la unidad el criminal emprendió la huida a gran velocidad con rumbo al sur del poblado, pero de acuerdo a reportes oficiales, ninguna cámara de vigilancia captó el momento de la fuga.

Barroso Alfaro, de 47 años de edad y padre de dos hijos, fue trasladado a la Clínica 12 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde falleció aproximadamente a las once de la noche.

En cuestión de minutos se activó un enorme operativo de seguridad, el cual se difuminó en poco tiempo. No había retenes a las afueras de la ciudad y no se pidió el apoyo de autoridades federales ni bajacalifornianas de manera inmediata. De hecho, la casa estuvo sin resguardo judicial durante un prolongado tiempo después del atentado.

Un mes atrás, el sábado 16 de febrero, los periodistas Reynaldo López y Carlos Cota fueron acribillados en Hermosillo, Sonora, cuando viajaban a bordo de un vehículo. Matones les dispararon por lo menos en 35 ocasiones desde un auto en movimiento. El informe de la fiscalía sonorense indica que esta semana lograron detener a todos los involucrados en el asesinato, quienes aparentemente se equivocaron de víctimas; hipótesis que maneja públicamente la procuraduría estatal.

 

HIPÓTESIS DIFUSAS

Santiago Barroso Alfaro, periodista con casi 30 años de experiencia y conductor del programa “Buenos Días San Luis”, que se transmitía por 91.1 de FM, en la estación Río Digital, hizo carrera en la región. Egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) como licenciado en Ciencias de la Comunicación, publicó en medios como La Prensa de San Luis, El Imparcial, La Crónica, La Prensa, entre otros. Fue compañero de Benjamín Flores, también asesinado hace 22 años. Se desempeñó como funcionario de Comunicación Social durante el gobierno de Guillermo Padrés

Además, era académico en el Instituto Tecnológico de San Luis Río Colorado. De hecho, esta es una de las hipótesis por las que se cree que el matón le gritó “ingeniero” cuando le pidió salir de su vivienda, pues como es sabido, en este centro educativo se ofrece ese tipo de carreras.

Dos hipótesis mantiene la Fiscalía de Sonora en torno al caso, según comentó el vicefiscal de Investigaciones, Gustavo Bustamante Pérez. Entrevistado por ZETA, precisó que la actividad profesional de Barroso fue la primera línea que se abordó.

Por tratarse de un periodista conocido en dicha localidad, el cual ha publicado algunos textos que podrían considerarse peligrosos, ha sido la versión más explorada hasta el momento. Sin embargo, el entorno personal también se evalúa por parte de las autoridades.

Aunque no quiso precisar detalles de la investigación, se reforzó el cuerpo de procuración de justicia en San Luis con secretarios de Acuerdo, ministerios públicos y policías, quienes se encargaron de tomar el caso, que por el momento seguirá en el fuero común.

Bustamante Pérez aseveró que en los primeros cuatro días de la investigación se había entrevistado a más de diez personas en el caso, pero negó que hubiera alguien detenido, identificado o con órdenes de aprehensión.

Tampoco pudo establecer si los agresores estarían coludidos con corporaciones policíacas o si eran residentes de la localidad.

 

LO PROFESIONAL

Tres textos forman parte de la línea de investigación que aborda la actividad profesional del occiso. Compañeros reporteros y autoridades coinciden que si se trata de su actividad profesional, las columnas “La Ruta del Chapo” y “La Rifa del Tigre” podrían ser las causantes del ataque.

El primer texto es un recorrido histórico por la travesía del Cártel de Sinaloa en San Luis Río Colorado, el cual el periodista consideró un punto estratégico para el crecimiento del capo más importante de la era reciente.

La columna hace mención de lugartenientes de Sinaloa que, de acuerdo a las autoridades, mantienen operatividad delictiva en la frontera entre San Luis Río Colorado, Sonora y Mexicali, Baja California, entre ellos Manuel Garibay Espinoza “El Manuelón” y Armando López Aispuro, “El L” o “El Licenciado”,  de quien Barroso escribió, compró un antro ubicado en el cruce de las calles Obregón y 11, “frente a las narices de la Procuraduría General de la República”, expresó en su columna “Sin Compromisos” del 15 de febrero de este año.

El segundo texto se publicó en la misma columna, el 1 de marzo, en el que expresa las posibilidades que tiene el comandante de la Policía Municipal, Luis Édgar Labra, para dirigir la corporación que cuenta con apenas 250 elementos, cuando requeriría tres veces más para operar una ciudad como San Luis.

Ahí sugiere que el jefe policíaco tiene como posibilidades dejar crecer la delincuencia,

Protestas en Mexicali y Tijuana

epresentantes de distintos medios de comunicación en Mexicali y Tijuana se manifestaron el  lunes 18 de marzo en el Centro Cívico y frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), respectivamente, por la muerte del periodista Santiago Barroso.

Al grito de “Queremos justicia” los comunicadores se apersonaron exigiendo cuentas al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quienes prometieron no habría impunidad en los homicidios de periodistas. El reclamo también llegó a las puertas de Victorino Porcayo Domínguez, subdelegado de la FGR.

“Tenemos seis homicidios (de periodistas) en lo que va de este régimen, cuatro de ellos ocurrieron en lo que va de este año y de ellos solamente se ha esclarecido, y a medias, uno, que fue precisamente en Sonora”, expuso la periodista Sonia de Anda.

“Una de las tendencias que vemos en estos casos, es que la autoridad ha tenido intentos de tratar de desvincular el trabajo periodístico de los homicidios, trata de buscar otro tipo de causas, más que irse de entrada al trabajo periodístico. Tal parece que lo primero que buscan es establecer algún tipo de móvil, que no sea la labor informativa”, comentó.

De atribuirse los ataques al ejercicio del periodismo, dijo, implicaría que el Estado no está garantizando la seguridad y la libre expresión entre la sociedad.

En el mismo sentido, la Red de Periodistas de Mexicali emitió un posicionamiento para exigir a las autoridades tomar cartas en el asunto y esclarecer el crimen, además de priorizar la investigación relacionada con su actividad profesional.

En voz del periodista Jorge Heras, se leyó un manifiesto donde se pidió el cese a las agresiones y una justicia pronta para Santiago Barroso. Al llamado se unieron compañeros de diversos medios de comunicación, así como otras agrupaciones de comunicadores.  Ángela Torres Lozano

combatir a los líderes del narcomenudeo y negociar con el crimen organizado. Y refirió que existe involucramiento del narcotráfico en la institución.

LO PERSONAL

En segundo plano se encuentra el análisis del entorno personal y su actividad profesional en la academia. Aunque las autoridades han sido incapaces de establecer a ciencia cierta cuál sería el motivo por el que alguien relacionado con su actividad docente intentaría ultimarlo. Sin embargo, el  vicefiscal Gustavo Bustamante comentó que se mantiene con esta hipótesis, ya que se encuentran en una etapa preliminar.

Referente al arma utilizada, indicó que se trata de un calibre pequeño, pero no descarta que el crimen organizado pudiera haber perpetrado el crimen.

“No podemos descartar ninguna línea aún, no es cierto tipo de persona o actividad ilícita, estamos considerando todas las opciones, el hecho que se haya utilizado cierto tipo de arma, no es para descartar. Aún continúan las diligencias para aportar elementos, queremos ser responsables para no entorpecer la investigación y no poner sobre aviso al responsable”, indicó el jefe policíaco.

Respecto a que Santiago Barroso Alfaro habría recibido amenazas, el funcionario estatal decidió no entrar en detalles, pero señaló que la investigación aún permanece en el fuero común.

ZETA logró hacer contacto con trabajadores de la empresa donde Santiago se desempeñaba como locutor, donde se pudo establecer que dos días antes del atentado recibieron una llamada extraña a la oficina, solicitando detalles sobre los espacios de noticieros.

La persona no quería identificarse y sólo deseaba conocer los horarios de los espacios informativos. Cuando se le pidió un correo electrónico para enviarle la información, la persona colgó el teléfono.

Hoy en día -narraron- es muy extraño que reciban llamadas directamente a la oficina, pues los clientes habitualmente se contactan con los vendedores. Además, por la forma de expresarse y el ruido alrededor, se asemejaba a una llamada de extorsión.

 

SU PELEA CON POLÉMICO REGIDOR

En julio de 2017, el hoy regidor por el Partido del Trabajo, Manuel Ramón Santeliz Ortiz, conocido como “El Chilakil”, fue expuesto por Santiago Barroso, al publicar que el funcionario tenía una serie de mandamientos judiciales pendientes en los municipios de Puerto Peñasco y Hermosillo, donde posee una empresa dedicada a brindar protección para vehículos irregulares -“chocolate”– llamada Alianza Unión.

En el texto publicado originalmente por el semanario Contraseña, de Humberto Melgoza, Barroso refirió que el regidor tenía cuentas pendientes y no había respondido ante la autoridad. Este texto provocó que el regidor y activista interpusiera una denuncia por el delito de calumnia. La situación generó un conflicto entre ambos.

El edil, propietario de algunos inmuebles que han sido baleados,  es polémico por diversas cuestiones, como golpear y desnudar a un presunto ladrón, para después hacerlo caminar por la vía pública mientras lo grababa en vivo para sus redes sociales.

El día de la muerte de Barroso Alfaro, Manuel Santeliz Ortiz acudió a la clínica donde se atendía al periodista para conocer su estado de salud, pero terminó en un altercado con otros reporteros que se encontraban en la sala de espera, pues sabían de la enemistad entre el regidor y el comunicador.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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