Antonio Rosquillas, coordinador estatal de Protección Civil, anunció que serán de 36 a 40 horas de lluvia, similares a las de 1993 en Tijuana, pero en esta ocasión para toda la Zona Costa del Estado.
Debido a las precipitaciones que ya se han registrado, el subsuelo no cuenta con la misma capacidad de absorción, detalló, por lo que es probable que en las primeras horas de lluvia se presenten inundaciones, encharcamientos, y posteriormente, posibles deslaves.
Durante la reunión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil, titulares de los tres niveles de gobierno, así como Bomberos, DIF, y secretarías de infraestructura de todos los municipios, Protección Civil estatal y municipal y Gobierno del Estado implementaron un plan de acción para prevenir tragedias, como las ocurridas en 1978, 1980 y 1993.
Se espera que haya flujo de lodo, encharcamientos, deslaves, saturación de ríos y arroyos, taludes y daños a infraestructura, por lo que recomendó no salir de sus casas de no ser necesario.
En su red social el funcionario estatal escribió: “Me atrevo a decir, que en mi tiempo que llevo trabajando en Protección Civil, desde 1993, y desde los primeros datos que se podían consultar en internet, en 1998 con respecto a pronósticos de lluvias, nunca me había tocado ver un escenario similar de lluvias abundantes y fuertes para toda la zona noroeste del Estado de Baja California. Estas lluvias tienen el potencial de repetir lo sucedido en enero y febrero de 1980, o para quienes tienen mas reciente las lluvias de 1993, imagínense esas lluvias de Tijuana, pero en Tecate, Tijuana, Rosarito y Ensenada y hasta El Rosario, incluyendo las sierras de Juárez y de San Pedro Martin. Espero equivocarme, y no pase a mayores…”
Como parte de las acciones, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid instruyó emitir una alerta interna en cada municipio, para efecto de protección; que se instalen mesas operativas de coordinación general para la atención humanitaria; que los municipios instalen consejos de Protección Civil; y sobre todo, informar a la población para que esté alerta ante los pronósticos.