Nominada a diez Premios Óscar, la nueva película de Yorgos Lanthimos se ubica en el reinado de Ana de Gran Bretaña (1707-1714) para contar “una propuesta divertida y perversa del amor, a través de la pérdida y una travesura maquiavélica”. Estrena en México el 1 de febrero con las actuaciones de Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone
Llevar al cine el triángulo amoroso de Ana de Gran Bretaña con Sarah Churchill (Rachel Weisz), su confidente más cercana, y Abigail Masham (Emma Stone), una de sus primas relegadas, requirió de veinte años, modificaciones en los cargos de producción, guion e incluso título, pues se llamaba “Balance of Power” y terminó por ser “The Favourite”, al convertirse en la primera historia real que aborda el cineasta Yorgos Lanthimos.
Recordada sin mucha profundidad como la última representante de la dinastía Estuardo, la vida de la reina también es la historia de una mujer “asolada por la gota y afligida por la pérdida de no menos de diecisiete niños”, que sobrellevó los estragos de su intimidad para regir dignamente un periodo en que los hombres dominaban el terreno. Por eso, para Deborah Davis, su guionista original, más que una trama sobre tres mujeres de época que logran hacerse de posiciones de poder, es un espejo de la realidad que Tony McNamara y Lanthimos reescribieron.
Sobre ello, el dramaturgo australiano declaró a 20th Century Fox: “Dejamos gran parte de la historia en el guion y nos inspiramos en las personas reales, pero al mismo tiempo, intentamos crear algo por derecho propio. Queríamos hacerlo lo suficientemente sencillo para que todo funcionara con tan solo enfocarte en los personajes; las tres mujeres en la historia”.
Parte del proyecto desde hace nueve años, Lanthimos se involucró como director por la oportunidad de hacer una historia con protagonistas sorprendentes, que tuvieron la capacidad de dictar el rumbo de una nación y porque éste sería su primer acercamiento a una película de época, así que la abordó de manera muy peculiar.
“Desde la etapa del guion decidimos que íbamos a encontrar elementos que se sintieran contemporáneos en cada capa de la película. Para tal efecto, el lenguaje, por ejemplo, no trata de serle fiel a la manera en la que creemos que hablaba la gente de aquella época. Hicimos lo mismo con el guardarropa; conservamos los patrones de la era, pero usamos telas contemporáneas. Es muy sutil, pero ahí esta, y esto genera textura”, describió.
Yorgos Lanthimos durante el rodaje
En “La Favorita”, como se distribuirá en México a partir del 1 de febrero, Olivia Colman se encarga de dar vida a la reina Ana, en un trabajo que recién le valió el Globo de Oro a Mejor Actriz y que el próximo mes podría darle un Óscar en la misma categoría, aunque admite que antes del papel no estaba familiarizada con ella.
“Esta película es muy precisa, a pesar de que se siente muy alejada a lo que conocemos como un drama de época. En cierto modo, es menos acerca de la historia de aquel entonces que de esta mujer que ha perdido hijos y de su amor a otra mujeres. Ana demuestra todas las emociones, buenas y malas, cada rasgo. Es maravilloso interpretar a alguien que hace tantas cosas”, argumentó quien trabajó previamente con el cineasta griego en “Langosta” (2015).
Es importante aclarar que, aunque una parte de la crítica considera que el filme es feminista, sus creadores lo perciben como un retrato de los claroscuros del ser humano, pues hombres y mujeres tienen la opción de explorar en menor o mayor medida su lado bondadoso y el carente de escrúpulos. Al respecto, Lanthimos, que tiene frecuente interés en mostrar a los personajes de manera incomoda, dijo: “En el contexto correcto nada es ir demasiado lejos. Todo ha pasado antes, incluso en la vida real, así que no podrías ir demasiado lejos”.
Desde una atmósfera de humor negro que degrada sus locaciones conforme avanza la melancolía de la protagonista y desfilan los 183 vestuarios que creó Sandy Powell, “La Favorita” encuentra el resto de su empuje en Rachel Weisz y Emma Stone, pues la primera es Sarah Churchill, la asesora personal de la reina y encargada de sus finanzas, y la segunda el elemento en discordia entre ambas.
“Ana ha sido incomprendida y representada de manera inadecuada, posiblemente por historiadores masculinos, pero ella tenía más inteligencia, destreza política y fuerza de lo que previamente le hayan conocido. Hay un cliché en el cine de que las mujeres son maliciosas entre ellas y en esta película se juega con ese concepto, pero va mucho más allá de ello, porque lo que descubres es que hay una historia de amor real entre la reina y Lady Sarah”, declararía Rachel Weisz, quien junto a Emma Stone, aspira al Óscar a Mejor Actriz de Reparto por sus interpretaciones en la película.
Una cosa más a destacar de “La Favorita” es la construcción base que Yorgos Lanthimos hizo a partir de técnicas clásicas de teatro, como fue el ensayar con un asesor corporal que guió al elenco para que se despojaran de la vergüenza que obstruía las necesidades de los personajes. De aquellas dinámicas, Emma Stone, única actriz estadounidense del filme, recordó: “Fue muy extraño y nada extraño. Había un coreógrafo maravilloso y hacíamos todo tipo de cosas físicas juntas. Hacíamos el ridículo frente al otro, y nos volvimos más dependientes entre nosotros”.
Caminar con los ojos cerrados, tocar a alguien, decir el nombre de su personaje e intercambiar roles para perder el pudor y distinguir los requerimientos de la otra, fueron algunos de los ejercicios que acercaron a las actrices por tres semanas, y posteriormente hicieron de “La Favorita” una oda al amor en sus diferentes formas y con todos sus altibajos.
“A Yorgos no le da pena nada, y esto comienza desde arriba. Es un gran oso, encantador y gentil. ¿Quieres impresionarlo? Sé humano y real, así no te quedará más remedio que apostarlo todo”, concluyó Olivia Colman.
