La economía mexicana comenzó un proceso de desaceleración hacia fines del año pasado, el cual se espera que continúe a lo largo de 2019, estimó el Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF). El organismo destacó que el entorno interno y externo han elevado sustantivamente la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía nacional.
Durante la primera sesión del Consejo Técnico del IMEF, sus integrantes consideraron que aun cuando hacer pronósticos del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año se ha vuelto una tarea muy compleja, se esperaría que este indicador fuera a la baja.
En un comunicado, el IMEF indicó que en el ámbito nacional, las cifras oportunas del PIB al cuarto trimestre de 2018 confirmaron la desaceleración de la economía mexicana, como consecuencia del resultado del sector secundario, el cual incluye la minería (industria petrolera), la construcción y las manufacturas.
El sector terciario, que integra los servicios y el comercio, siguió contribuyendo al crecimiento económico durante el periodo referido. Mientras que, otros indicadores oportunos confirman la expectativa de que la desaceleración continuará, o podría incluso agravarse, al comienzo del año. Entre ellos destaca, una mayor tasa de desempleo y la fuerte caída de la importación de bienes de capital a diciembre apuntan hacia una menor producción e inversión en la economía nacional.
Las tendencias de los indicadores manufacturero y no manufacturero actualizadas a enero de 2019 sugieren que la debilidad observada en la actividad económica al cierre del año pasado se mantuvo al inicio de 2019, si bien pareciera que esta es mayor en el sector manufacturero. Asimismo, el Comité Técnico del Indicador considera que la incertidumbre en torno al desempeño de la economía nacional en el corto plazo ha aumentado sustantivamente al inicio del año.
Por último, los miembros del Comité manifestaron preocupación por la revisión a la baja de la calificación de Pemex por parte de Fitch y destacaron la relevancia de que el Gobierno mexicano realice los esfuerzos necesarios y tome las medidas pertinentes para preservar el grado de inversión de la empresa productiva del Estado y elevar la confianza de los inversionistas.
En cuanto al entorno internacional, se destacó que la economía mundial muestra indicios de desaceleración, si bien sigue creciendo a un ritmo moderado, en el centro de la preocupación está el desempeño económico de Estados Unidos, que, de acuerdo con algunos analistas, este año podría sufrir una fuerte desaceleración o incluso el comienzo de una recesión.
En prospectiva, uno de los factores de riesgo más relevantes sigue siendo las medidas proteccionistas implementadas por la Unión Americana y China durante la guerra comercial iniciada el año pasado. Aunado a ello, Europa sigue generando preocupación, por los efectos que tendría sobre la región el no llegar a un acuerdo razonable para la salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea.