Bajo el marco del Día Internacional del Síndrome de Aspenger, celebrado el pasado 18 de febrero, el paidosiquiatra Israel Castro declaró que ésta es una “forma de ser” no una enfermedad, al entender esto se puede evitar la estigmatización que existe respecto a la condición.
El también coordinador del área de Hospitalización de Niños y Adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana (HSMT), comentó que en el nosocomio se le da tratamiento a 54 personas con esta condición, con edades que van de los 5 a los 24 años.
Indicó que por ser una condición y no una enfermedad, a una persona con Aspenger no se le somete a tratamiento médico, en caso contrario sucede por la complicaciones que podría presentar, relacionadas al comportamiento que se espera deba tener.
“Un paciente que tiene Asperger, no quiere decir que debe tomar medicamento, se da tratamiento por las complicaciones, o digamos, las situaciones que presentan estos pacientes que son más vulnerables”, dijo.
Es decir, una persona que tiene dificultades para relacionarse socialmente, como es el caso de una persona con Asperger, va a presentar ansiedad cuando lo esperado no se ve, ejemplificó.
“Hay pacientes, adultos, niños, o jóvenes que tienen Asperger que no necesariamente tienen un tratamiento, porque no hay que categorizarlo como una enfermedad. Y la conciencia que se busca es que esto es una forma de ser”, detalló.
Añadió que se debe entender que son personas que manejan un lenguaje distinto, que logran ver el mundo que les rodea de una manera diferente y que no es enfermedad, por eso se busca hacer concienciación en la sociedad para evitar la discriminación o el bullying.
“No entendía lo que pasaba conmigo”
Miguel Ruiz, sicólogo de 78 años, decidió estudiar esa carrera del 2006 al 2013 para tratar de averiguar qué era lo que pasaba con él, sabía que algo no estaba bien, pero no era posible definirlo, y aunque estudiar Sicología no le dio las respuestas que esperaba, sí le dio herramientas para seguir investigando.
“Toda mi vida he tenido problemas para interrelacionarme, a unos les caigo muy bien y a otros les caigo muy mal, y no tengo una medida de lo que estoy haciendo adecuadamente o inadecuadamente”, dijo.
Desde joven comenzó a notar que tenía problemas, no sabía porque no podía hacerse entender con su esposa y sus hijos, la falta de su capacidad para demostrar emociones lo hacía tener constantes conflictos con su familia.
“Soy sicólogo clínico y gracias a mi experiencia, ayudo a mis pacientes con Asperger, ayudo a los padres a que entiendan qué pasa con los hijos. Uno descansa al saber lo que le está pasando, que tiene un nombre”, mencionó.
Aprender a identificar
El síndrome de Asperger (SA) está catalogado dentro del Espectro Autista, pero a diferencia de las personas con autismo, las personas con SA presentan otras características, siendo la principal la falta de tacto e incapacidad para demostrar emociones, detalló Mara Domínguez, sicóloga clínica del HSMT.
Otra de las peculiaridades es que tienen una memoria sobresaliente, aprenden a leer antes de tiempo, mientras que los adolescentes son muy francos, además, son muy literales, es decir no entienden el sarcasmo o metáforas.
Las personas con SA generalmente son identificadas porque acuden con el especialista por otro tipo de cuestiones, como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA), ansiedad, depresión, y a partir de su observación y otras características, es como se determina que el paciente tiene esa condición.
Para el doctor Israel Castro, considera que es el resto de la sociedad los que debemos de aprender de las personas con este síndrome, sobre todo el ser sinceros, siempre hablar con la verdad y el esforzarse por tratar de entender a quienes los rodean.