Diálogo… diálogo y más diálogo. Esa es la nueva forma de gobernar a la que los mexicanos deberemos acostumbrarnos.
La titular de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero, en el tono firme como acostumbra hablar ante los representantes de los medios de comunicación, así resumió su respuesta sobre el tema “Michoacán”. Una y otra vez los nuevos constructores de la Cuarta Transformación nos hablan del respeto a los derechos humanos de quienes se salen del huacal para pisotear leyes, reglamentos y propiedades ajenas, sean de los gobiernos o de las personas.
Dentro y fuera de la nación, académicos, expertos en economía, analistas políticos ya han mencionado hasta el cansancio de las multimillonarias pérdidas económicas que con este paro, iniciado el pasado 14 de enero por los maestros de la CNTE, están dañando a toda la nación. También hasta el cansancio se ha mencionado, que corresponde al gobierno federal liberar las líneas férreas para que puedan transitar libremente y cumplir con la entrega de mercancías.
Pero el pueblo bueno y sabio en el que ampliamente confía el presidente de la República, sigue intransigente, ocasionando, con esos bloqueos millonarios, daños a la economía. Los maestros, cada día van aumentando el monto de sus peticiones, todas económicas. Doscientos, mil, cinco mil millones de pesos y la pregunta es: ¿se les debe todo el estado de Michoacán, o también van por la propiedad de otras entidades?
No hay duda de que Silvano Aureoles, el gobernador, que en plena crisis se fue a hacer turismo a Europa, tiene la principal culpa. Confió en que el gobierno federal y concretamente el presidente A.M. López Obrador se haría cargo de la situación, cuando ya estaba la crisis. ¿Por qué esperar a ella? ¿Qué trámites hizo ante el Ejecutivo de la nación para buscar la solución? ¿Se puede aventar el compromiso de los maestros “porque no podemos cumplir” como lo dijo? En esta pérdida millonaria que le produce un gran quebranto económico a México, ¿nadie pagará los costos?
Nota 1.- El pasado viernes a eso de las trece horas, transitamos por la caseta de Playas de Tijuana, rumbo a Rosarito. Un grupo de individuos, brincando como simios y enarbolando la bandera nacional, nos ordenó pasar sin pagar la cuota. Y los militares viendo, replegados sin hacer nada. ¿Estamos en un país sin ley?
Nota 2.- Ojalá que el gobierno federal esté organizando la bienvenida a los miles de migrantes que ya avisaron el pronto arribo a Baja California, concretamente a Tijuana.
Nota 3.- Pasó todo el mes de enero y la SHCP no arregló los asuntos para que las empresas y comercios en general puedan expedir las facturas reglamentarias. ¿Cómo comprobar gastos? Ya nos dirán cuando aprendan bien el sistema. Por lo pronto no hay facturas autorizadas.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana.
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