A lo largo de las periferias de la ciudad, se ha registrado un incremento de consultorios irregulares, o falsos, que no cumplen con los requisitos necesarios para atender a la población, y por ende pone en riesgo la salud de los pacientes.
Héctor Rivera Valenzuela, subdirector regional para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Baja California (Cofepris), señaló que sólo se puede actuar bajo denuncia ante la Cofepris, pues por la falta de personal no se puede revisar cada uno de los consultorios en toda la ciudad.
Detectar un consultorio irregular, operado por pseudo médicos es difícil, mencionó, y en ello deberían intervenir diferentes dependencias, desde Cofepris, hasta el Ministerio Público
“Son muchas las instancias a las que hay que acudir cuando hay un problema de irregularidad, por un lado estamos nosotros (Cofepris), pero también están las propias instancias de justicia, desde la PGR, la Policía Ministerial, por supuesto, está la Comisión de Arbitraje cuando ya hay un caso”, dijo.
Existe un programa de supervisión, sin embargo es demasiado el trabajo y poco el personal disponible para realizar las inspecciones en toda la ciudad, comentó el funcionario.
“Todo centro donde se practica la salud, ya sea que se hagan consultas, cirugías o algo, todo eso necesita una licencia sanitaria, y si no la tiene, está sujeto a sanciones. Depende de la queja del usuario, pero si el hospital, la clínica, o consultorio no está en condiciones, lógicamente que se tiene que denunciar”, afirmó.
De manera periódica se realizan visitas de verificación, en donde piden permisos, licencias, cédulas y títulos de quienes ejercen en los sitios, bitácoras y una lista de más requerimientos que se deben revisar; si no está en orden, se da un tiempo preventorio para que se regularicen.
Deben pedir credenciales
Por su parte el doctor Jesús Abraham Sánchez, presidente del Colegio Médico de Tijuana AC, indicó que como parte de los requisitos de ingreso al colegiado, se debe de verificar que el aspirante cuente con toda la documentación necesaria y que ésta sea revisada minuciosamente.
Precisamente, por revisar cada uno de los documentos que se piden para ser parte del colegiado, una vez se detectó a una “doctora” que realmente no lo era y que tenía una cédula profesional falsa, lo que se traduce que estaba incurriendo en usurpación de funciones, sin importar que estaba ejerciendo la medicina y tenía una lista de pacientes, “al final, dejó la ciudad”, dijo el médico.
“Ejercía como doctora, pero insisto, al momento en que ella pretendió pertenecer al Colegio, nosotros verificamos los datos y no correspondían. No es raro que esto suceda”, comentó.
Para poder evitar caer en este tipo de lugares y con este tipo de pseudomédicos, el profesionista recomendó a la población revisar que el establecimiento cuente con los permisos e información del médico a la vista, y sobre todo, buscar tratarse con médicos colegiados.
Esto debido a que el colegio, sea cual sea, avala los estudios y años de carrera que lleva el médico y garantiza que esté certificado, es decir, que cuente con las actualizaciones que se requieren para ser parte del mismo.
Pidió también prestar atención a los “médicos golondrinos”, personas que llegan con tratamientos “mágicos” para curar enfermedades difíciles como diabetes, cardiopatías, cáncer, entre otras.
Estas personas suelen atender en lugares escondidos, de difícil acceso, o sin letreros que atraigan mucho la atención, precisamente para no alertar a las autoridades, agregó, son personas que se van de la ciudad constantemente, o se pierden por un tiempo, hasta que vuelven a instalar otro consultorio en otro punto remoto.
“Son médicos que duran poco tiempo en la ciudad, o en la zona, porque en el momento en el que empieza a darse a conocer y que se empieza a notar que no son lo que son, simplemente se mueven con todos sus contactos telefónicos, para seguir tratando a sus pacientes en otro lugar”, especificó Sánchez.