La cifra de muertes debido a la explosión en una toma clandestina de hidrocarburo en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, se elevó a 107 personas, 40 se reportan heridas.
El 18 de enero, un grupo de pobladores del municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, fracturó un ducto de hidrocarburo y empezó a sustraer, la gasolina.
Tras unas dos horas, y pese a la presencia del Ejército que poco pudo hacer para controlar la multitud de centenares de personas que se acercaron a recoger gasolina, se registró una fuerte explosión.
Desde que llegó al poder el 1 de diciembre, López Obrador comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos a través de los ductos de la empresa estatal Pemex, que genera pérdidas millonarias para la compañía.
Para tal fin, se reforzó con miles de agentes la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con pipas (camiones cisterna), lo que causó una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico. ZETA/SinEmbargo