Condicionada fue la Manifestación de Impacto Ambiental que el Gobierno de Baja California presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en lo que respecta a las obras y actividades de la construcción de la primera fase del Aeropuerto de Ojos Negros.
La lista incluye el cumplimiento de cada una de las medidas de mitigación y compensación que se propuso en la Manifestación, presentar la propuesta y su justificación de la adquisición de un instrumento que garantice la protección ambiental, para que la dependencia federal lo analice y valide antes de que arranque el proyecto.
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También se solicitan acciones de protección y conservación de la flora y fauna silvestres, actualizar y complementar la reforestación de la zona, actualización del programa del manejo ambiental, entre otras acciones dedicadas al cuidado del medio ambiente.
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En el documento que emitió la Semarnat, se informa sobre la negativa de realizar una consulta pública sobre el proyecto, dado a que el solicitante no desahogó en tiempo y forma la prevención hecha por la autoridad.
La Semarnat estableció que la autorización tendrá vigencia de 48 meses para preparar el sitio y construir, así como 25 años para la operación y mantenimiento del aeropuerto, dicha vigencia estará condicionada a la construcción del mismo proyecto.
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El Gobierno del Estado manifestó ante la autoridad federal que el aeropuerto tendrá una pista con longitud mayor a mil 800 metros, para recibir aeronaves con envergaduras entre los 36 y 52 metros. También contará con acceso a zona pública, estacionamiento, un conjunto de pistas aéreas para despegues y aterrizajes con helipuerto, hangares, torre de control aérea, terminal de pasajeros, área de almacenamiento y suministro de combustible, así como cuerpo de rescate y extinción de incendios, planta de tratamiento de aguas residuales y caminos de ingreso desde la carretera.
En marzo del 2018 Semanario ZETA reveló que más de la mitad de la superficie para el desarrollo del “Aeródromo de Servicios Generales Escalables” -como se bautizó al proyecto-, fue comprada por el gobierno a José Antonio de los Santos Egozcue, simpatizante panista que ha financiado campañas de este partido político en la región.
Egozcue habría obtenido 116.5 millones de pesos por la venta de al menos 375 hectáreas, a un valor de 31.48 pesos el metro cuadrado, dando un costo promedio por hectárea de 315 mil pesos.
Ahora, en 2019, ZETA solicitó a la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) conocer el estatus de avance en los trámites y construcción del aeropuerto, pero la dependencia estatal no presentó una respuesta hasta el momento.
La licitación del aeropuerto la ganó el consorcio encabezado por Visión Desarrollos Inmobiliarios, representado por Feliciano Campos y el ingeniero Edmundo Guevara, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Mexicali, y para tal efecto se conformará una empresa de participación estatal mayoritaria que requerirá de unos mil 500 millones de pesos.
El resto del consorcio ganador lo integran AII Proyecto y Obra, Arca del Pacífico, Constructora RJ Ingeniería, Construcciones y Triturados Pacnor y Operador Señor Antonio Santillán.
