Al entrar en vigor, el 1 de enero, la reforma al artículo 43 del Reglamento para el Control de la Calidad Ambiental del Municipio de Ensenada que prohíbe el obsequio de bolsas y utensilios plásticos y de foam (incluyendo biodegradables) en comercios y servicios de Ensenada, la Canaco ha solicitado formalmente al alcalde Marco Novelo derogarla definitivamente.
Bajo oficio 458/P/2019, con fecha 8 de enero, el dirigente de la Cámara Nacional de Comercio en puerto, Jorge Menchaca, hizo la solicitud en virtud de que no se cumplieron los requisitos previos acordados, los cuales consistían en llevar a cabo todas las reuniones previas necesarias con el sector comercio para poder analizar la viabilidad de dicha modificación.
Además, no se llevó a cabo una gran campaña de difusión dado a que la Dirección de Administración Urbana, Ecología y Medio Ambiente no implementó un programa de concientización referente al consumo de plásticos, dentro de los 60 días posteriores a la aprobación de la reforma, tal como estaba previsto en el dictamen votado por el Cabildo el martes 17 de julio del 2018.
En entrevista, Menchaca Sinencio consideró que desde la prohibición ya viene mal la modificación el reglamento. Sobre la posibilidad de ampararse contra la medida, respondió que el Ayuntamiento fue el que puso las reglas del juego y el primero en incumplirlas. “Si persiste la prohibición procederemos al amparo, nadie te puede prohibir comercializar algo que es lícito”, dijo.
Raúl Mendoza Tapia, director general de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), envió un escrito con fecha 20 de agosto de 2018 al regidor Jorge Emilio Martínez, impulsor de la reforma, en el que calificaba la prohibición como una política errónea.
En su exposición, el industrial afirmaba que la autoridad municipal no consideró el impacto real de la medida y que incluso podría resultar cuestionable la inocuidad de los alimentos adquiridos en mercados al no ser empacados en plástico.
Los plásticos, escribió, posibilitan soluciones de envasado eficiente con un gran ahorro de recursos, lo que implica a su vez un importante ahorro de energía y emisiones de gases de efecto invernadero.
Por su parte, el regidor Jorge Emilio Martínez comentó que la autoridad local será sumamente flexible con los negocios que aún no saben cómo adaptarse, sin precisar el periodo de gracia que tendrán.
Los inspectores de Ecología llegarán al negocio y el que no esté cumpliendo se le orientará; si reincide entonces se sancionaría, advirtió.
Pidió respetar la medida, no tanto por cumplir el reglamento, sino por el beneficio al medio ambiente, toda vez que –apoyado en estimaciones de científicos- si para el año 2050 se mantiene el ritmo de consumo, habrá más plásticos que peces en el mar.
Defendió la prohibición al apuntar que a nivel mundial solamente se recicla el uno por ciento de las bolsas de plástico.
Sostuvo que previo a la entrada en vigor de la reforma se impartieron tres talleres informativos, hubo difusión en medios de comunicación y a través de redes sociales.
Reiteró que el fin de este reglamento es crear conciencia en la población, cambiar nuestros hábitos de consumo porque los plásticos terminan en los mares, taponean las alcantarillas o son incinerados.
A nivel nacional nos estamos poniendo a la vanguardia, hay que sentirnos orgullosos de tener la legislación más avanzada en este tema, somos punta de lanza en México, concluyó.
