La Fiscalía de Estados Unidos comenzó este miércoles la presentación ante el jurado de sus argumentos finales en el juicio que se lleva a cabo en la Corte del Distrito Este de Nueva York, por 11 cargos relacionados con el narcotráfico contra el sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias el Chapo, quien podría ser condenado a cadena perpetua.
El Gobierno estadounidense dejó claro al jurado que lo importante del caso no es demostrar si el Chapo era el máximo líder del Cártel de Sinaloa, sino catalogarlo como un “organizador, supervisor u otra posición de esa organización” para poder condenarlo por narcotráfico.
“El acusado era un jefe de cinco o más personas, no hay que probar que era el máximo responsable” para condenarlo por narcotráfico, subrayó ante el jurado la fiscal Andrea Goldbarg, estadounidense de origen argentino, antes de insistir en que el Chapo “era uno de los máximos líderes [del Cártel de Sinaloa] más allá de la duda razonable”.
La defensa del acusado, que mañana realizará su exposición final, ha defendido a lo largo del juicio que el verdadero líder del Cártel de Sinaloa era Ismael Zambada García, alias el Mayo, quien aún permanece prófugo de la justicia.
Los abogados del Chapo afirman que su cliente fue víctima de una traición del Mayo, su ex socio, en colusión con funcionarios mexicanos corruptos, y de una conspiración entre los gobiernos de Estados Unidos y México para encubrir corrupción.
La Fiscalía estadounidense asegura que eso es falso y además “totalmente irrelevante para la culpabilidad del acusado”, además de que asegura que el Chapo era el jefe de un imperio criminal que traficó toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos a lo largo de 25 años, con ganancias de 4 mil millones de dólares, producto de sus negocios ilícitos.
Antes de comenzar, y con el jurado ausente -formado por siete mujeres y cinco hombres-, el juez Brian Cogan dijo en la sala 8D de la Corte Federal, que una miembro del mismo informó que para ella era “importante” saber si el Chapo pagaba o no a sus abogados.
El magistrado se reunió en privado con la mujer y le preguntó si podía decidir el caso en base solo en las evidencias que se habían presentado en el proceso, a lo que ella contestó de forma afirmativa, según se dio a conocer luego en la sala donde se celebra el proceso.
También indicó que un jurado había tenido problemas con su empleador y que debía regresar el lunes a su trabajo, pero, tras reunirse también con él, la situación se resolvió favorablemente, por lo que tras concluir el juicio el jueves, el jurado podría comenzar a deliberar el próximo viernes.
Goldbarg se paró frente al jurado y comenzó recordando varios asesinatos que, según el último testigo cooperante del Gobierno -Isaías Valdez, alias Memín, quien formó parte de las fuerzas especiales del Ejército mexicano y terminó trabajando para el Chapo como su guardaespaldas del 2004 al 2007- vio cometer a Guzmán Loera.
“Dirigió su rifle a uno de los hombres y lo mató e hizo lo mismo con el segundo. Los torturó y asesinó porque eran miembros de un cártel rival”, afirmó la fiscal al referirse a los asesinatos de dos miembros del cartel de los Zetas.
“En noviembre [cuando comenzó el proceso] les dijimos que este juicio se trataba de dinero, drogas y violencia y lo hemos demostrado con evidencias”, señaló Goldbarg, para después agregar que la violencia y la corrupción permitieron al acusado reforzar su negocio y sus ganancias.
La fiscal indicó, además, que el Gobierno ha probado “que [el Chapo] es culpable más allá de la duda razonable”, tras lo cual pasó a explicar cada uno de los diez cargos por los que Guzmán Loera finalmente será evaluado por el jurado.
La Fiscalía seguirá este día con sus argumentos finales y mañana jueves le tocará el turno a la defensa del Chapo -de 61 años de edad-, tras lo cual comenzará la deliberación del jurado, lo que podría suceder el próximo viernes.
Contrario a la Fiscalía estadounidense, que durante casi tres meses presentó 56 testigos bajo juramento contra Guzmán Loera, el equipo de abogados del Chapo -integrado por Jeffrey Lichtman, Eduardo Balarezo y William Púrpura- solo presentó un testigo ayer martes
Además de testigos -ex socios, ex amantes, ex empleados, ex enemigos y ex funcionarios públicos-, el Gobierno de EE.UU. presentó videos, grabaciones de audio, mensajes de texto y de mensajería instantánea, además de testimonios de expertos e investigadores de la Agencia Antidrogas y el Buró Federal de Investigaciones (DEA y FBI, respectivamente, por sus siglas en inglés), como pruebas para incriminar al capo sinaloense.