Con el paso de los meses en la actual administración municipal en Tijuana, la regidora Mónica Vega, de Transformemos, se convirtió en la cara y voz de la oposición al alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro. Se les fue por delante a los “opositores” de partidos como el PRI, y a otros que prometían no permitir que los panistas hicieran a su antojo desde la casa municipal. Además, ha sido una férrea crítica del sistema panista, del gobernador Francisco Vega y de los excesos que se cometen desde los gobiernos y el Congreso local emanados de ese partido. Pupila de Luis Moreno, el diputado que a su vez representa la oposición en el Estado, Mónica está considerando y buscando una posición en los cargos que se elegirán en junio de este año. Particularmente en una alianza que su partido podría entablar con Morena. Hay quienes la ven como una buena carta a la alcaldía de la ciudad, especialmente cuando la caballada del movimiento que encabeza Jaime Bonilla Valdez está raquítica más que flaca, aunado a que, siendo mujer y joven, se acopla a los nuevos requerimientos políticos. Pero algunos no descartan que Vega podría hacer un buen papel en calidad de síndico procuradora si la integran a la planilla en esa posición. Lo que sí, es que su voz de oposición y crítica hacia el panismo, será necesaria en el proceso electoral ya iniciado, clara muestra de que el tal “pacto de impunidad”, no existe entre los de Movimiento Regeneración Nacional y los panistas de Francisco Vega de Lamadrid.
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