El próximo 4 de marzo, la fiscalía de Massachusetts volverá a tener una audiencia por el caso de abuso sexual en contra de Kevin Spacey, interpuesto por un joven de la isla de Nantucket y hecho público el 25 de diciembre de 2018. Sin embargo, el actor no asistirá a la cita programada a las 11:00 am, ya que el juez Thomas S. Barret pidió su participación solamente vía telefónica. El lineamiento para la nueva reunión preliminar, deriva de la libertad bajo fianza que consiguió el acusado en la primera comparecencia que tuvo lugar el lunes 7 de enero.
Ese día, con ligera sonrisa en el rostro, el histrión de 59 años de edad recibió la orden de no tener contacto con la víctima, mientras que su abogado, Alan Jackson, logró mantener control de la información del celular de éste y su respaldado cibernético, en un periodo que abarca el medio año posterior a los hechos que habrían sucedido en julio de 2016.
Por la fecha registrada en la acusación, que coincide al señalamiento de la presentadora Heather Unruh sobre el abuso sexual que sufrió su hijo por parte de Spacey, se sabe que en aquel entonces la víctima tenía 18 años y era empleado del restaurante bar Club Car, donde presuntamente el histrión lo toqueteó luego de invitarle unos tragos.
The Washington Post informó que Mitchell Garabedian, abogado del joven, declaró previamente a la audiencia: “Al informar sobre el asalto sexual, mi cliente es una voz decidida y alentadora para aquellas víctimas que aún no están listas para reportar haber sido agredidas sexualmente. Mi cliente está liderando con el ejemplo”.
Ante la convocatoria que se generó en el tribunal, por tratarse de la acusación a una figura pública, Barret aclaró que nadie debía interrumpir el proceso, que más adelante puede cambiar su resolución en lo que respecta a la información digital de Spacey.
Sin declaración alguna por lo sucedido en la sala o el caso mismo, el actor se fue del sitio con ventaja favorable y no se hizo público el monto de la fianza que tendrá que pagarle a la víctima, quien incluso presentó un video del encuentro entre ambos, que terminó por considerarse como una prueba inconsistente tras su análisis.
A pesar que han surgido casi una decena de acusaciones por acoso y abuso sexual por parte de Kevin Spacey, desde que el también actor Anthony Rapp lo señaló de dichas conductas en octubre de 2017 y Netflix lo despidió de la serie “House of Cards”, el argumento ante la Corte de Massachusetts es el primero que procede legamente y da continuidad de justicia a los casos expuestos como resultado del movimiento #MeToo.
Los últimos sucesos tienen como antecedente la libertad bajo fianza -se estipuló el pago de un millón de dólares- del productor Harvey Weinstein en mayo de 2018, por cinco cargos interpuestos en su contra por violación que todavía en diciembre pasado buscó desestimar en Corte; y la condena a diez años de prisión que recibió el actor Bill Cosby en septiembre, por violar a la basquetbolista Andrea Constand en 2004.
