Lucero Guadalupe Sánchez López, originaria de Cosalá, Sinaloa, y ex diputada local en dicha entidad, confirmó este jueves que conoció al narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias el Chapo, quien se aprovechó de su relación amorosa para pedirle que traficara marihuana y lavara dinero para su Cártel.
Una “verdadera narco novela” fue el testimonio que otorgó este día la ex legisladora sinaloense, en el juicio que se lleva a cabo contra el ex líder del Cártel de Sinaloa en la Corte del Distrito Este de Nueva York, según lo narró el periodista Alan Feuer en su cuenta de la red social Twitter.
El reportero del diario The New York Times narró que la llamada “Chapo diputada”, aseguró haber conocido a Guzmán Loera cuando ella tenía 21 años de edad y el capo rondaba los cincuenta, pero fue hasta el año siguiente cuando comenzó su relación amorosa.
“Hasta el día de hoy yo estoy confundida porque creía que era una relación de pareja”, expresó Sánchez López, quien vestía un uniforme de presidiaria de color azul cielo y es cooperante de la Fiscalía federal.
La ex legisladora -quien enfrenta una condena 10 años de prisión federal en Estados Unidos- dio su testimonio frente a Emma Coronel Aispuro, la esposa y madre de las hijas gemelas del Chapo.
Durante la audiencia de este jueves, la Fiscalía estadounidense reveló mensajes intercambiados entre Sánchez López y Guzmán Loera. En los textos ella le llamaba “amor”, mientras él le ordenó comprar kilos de mariguana en el Triángulo Dorado, en octubre del 2011, trabajo por el cual, aseguró, no fue remunerada económicamente.
Los mensajes de texto de la pareja, que interceptó el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) muestran una comunicación que mezclaba las palabras “mi amor” y “papi”, con el envío de enormes cargamentos de marihuana usando avionetas.
Su obligación, afirmó Sánchez López, era conseguir en las montañas grandes cantidades de cannabis que tuvieran “las tres b: buena, bonita y barata”.
“Está bien, amor, ponte de acuerdo con Cachimba [uno de los pilotos del Cártel]”, le escribió el Chapo el 17 de enero de 2011. “Va a querer que compre más o ya no”, le cuestionó ella sobre un cargamento de droga. “Sí, amor”, le pidió el capo.
La testigo contó que incluso creó una marca que colocaba sobre los paquetes de la hierba para que identificaran que era ella quien los enviaba. Era el símbolo de un corazón y el número 4, por la fecha de nacimiento del entonces jefe del Cártel de Sinaloa, que es el 4 de abril.
“El corazón es que lo amo y el 4 es que bendigo el día en que usted llegó a este mundo”, escribió ella en otro mensaje de texto interceptado por el FBI, con el mismo software que el Chapo mandó a espiar a sus mujeres y colaboradores.
Feuer contó que la ex diputada local rompió en llanto y tuvo una crisis nerviosa al oír los mensajes, por lo que la sesión se suspendió durante unos 5 minutos. Mientras esto sucedía, Coronel Aispuro no dejaba de sonreír. “Literalmente, esto es una telenovela en la Corte Federal”, aseguró el periodista.
Por otra parte, la “Chapo diputada” explicó que los hombres de Guzmán Loera le vendaban los ojos cuando iba a visitar al capo sinaloense.
La ex legisladora dijo que si bien sostuvo una relación sentimental con Guzmán Loera, esta era una mezcla de enamoramiento y miedo, por lo que a veces lo quería y a veces no.
“Yo me confundía en mis sentimientos”, confesó Lucero Sánchez usando a veces un tono triste y apagado, según lo señaló Univisión, otro medio presente en el juicio.
El Chapo, notablemente incómodo, apenas dirigió la mirada a la testigo, en tanto que buscó con los ojos a su mujer, Emma Coronel, en diversos momentos de la sesión, indicó por su parte la agencia española EFE.
Antes de las declaraciones de la ex legisladora sinaloense, testificó Víctor Vázquez, un agente de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), quien describió la captura del Chapo, ocurrida en el 2014, en el Hotel Miramar, en Mazatlán.
Dijo que allí llegó junto a marinos mexicanos tras una intensa búsqueda del Chapo en Culiacán, misma que supuso la obtención de “valiosa” información sobre su ubicación tras arrestos de sus colaboradores.
Por último, el agente de la DEA relató que encontraron a Guzmán Loera en el sótano del hotel, y que los marinos mexicanos tenían al capo de rodillas, esposado, junto a su esposa Emma Coronel y sus dos pequeñas hijas.
Chapo’s lover, Lucero Guadalupe Sanchez, has taken the stand. It’s a true narco romance. She loved him, drugs for him, has now betrayed him. But her feelings remain.
“Until today,” she said, “I’m still confused because I thought in our relationship we were romantically involved.”— Alan Feuer (@alanfeuer) 17 de enero de 2019
LA DETENCIÓN DE LA EX DIPUTADA
Juez estadounidense fija nueva audiencia para la “Chapodiputada” hasta abril; se aplaza su juicio
Destacados Carlos Álvarez Martes, 13 Febrero, 2018 04:37 PM
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El juez Rudolph Contreras, de la Corte del Distrito de Columbia, fijó para el próximo 20 de abril una nueva vista para evaluar el caso de la ex diputada sinaloense Lucero Guadalupe Sánchez López, conocida como “Chapodiputada”, por su presunta relación con el narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.
En una vista que duró poco más de diez minutos, el juzgador estadounidense calificó este martes el caso como “complejo” y accedió a la petición de la acusación, así como de la defensa para celebrar una nueva vista el 20 de abril, siguiendo adelante con las deliberaciones y aplazando el inicio del juicio de la legisladora mexicana.
Según la agencia EFE, durante la audiencia de hoy, la “Chapodiputada” apareció en la sala de la Corte del Distrito de Columbia, con un uniforme carcelario de color naranja, además de “un evidente tic nervioso en la cara y una larga cabellera teñida también de color naranja”.
Sánchez López hizo uso de la traducción simultánea al español para seguir la audiencia y habló solo en una ocasión para, en inglés, para decir “sí” cuando el juez Contreras le preguntó sobre su consentimiento para proceder con un juicio rápido, cuya fecha de inicio aún no se ha fijado.
Según la misma agencia, desde el comienzo del proceso judicial, en julio de 2017, los abogados han pospuesto las audiencias en varias ocasiones, porque existe la posibilidad de que la defensa y la acusación alcancen un acuerdo antes del juicio, tal y como reconoció el juez Contreras en una de las vistas anteriores.
Sánchez López fue arrestada el pasado 21 de junio del 2016 mientras intentaba ingresar por la Garita Mesa de Otay, en Tijuana, a San Diego, California, donde pretendía pedir asilo político. Un agente de la Patrulla Fronteriza descubrió que el Departamento de Estado estadounidense le había cancelado la visa y que era sospechosa de narcotráfico.
Sin embargo, la ex diputada fue trasladada el 25 de agosto del 2017 pasado a Washington DC, por el Cuerpo de Alguaciles federales (United States Marshals Service), a pesar de que estaba pendiente un recurso de emergencia ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco.
Sánchez López fue acusada en la Corte de Distrito de San Diego, de asociación delictuosa para distribuir cinco kilos de cocaína en Estados Unidos, entre enero de 2013 y enero de 2017.
El 17 de febrero del 2014, la ex diputada local de Sinaloa, escapó de una redada policial y de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), junto a alias “El Chapo”, por un túnel que conectaba con el drenaje público de Culiacán.
Por sugerencia de ella, ambos huyeron a Cosalá, distrito municipal por el cual era legisladora local, curul a la que accedió nominada por una coalición entre los partidos Sinaloense (PAS), el de Acción Nacional (PAN), el de la Revolución Democrática (PRD) y el del Trabajo (PT).
Esto fue documentado por la Dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en ingles), con sede en Nogales, Arizona, que con la colaboración de un informante infiltrado del Cártel de Sinaloa, pudo obtener información sobre las actividades de Sánchez López y su relación sentimental con el capo.
“El informante” -según se consignó en un documento signado por el agente Félix Trevino- “refiere que ‘Tere’ [Sánchez López] le contó que ella escapó de la redada y que le dijo a Guzmán Loera que se fuera con ella a Cosalá, de donde era diputada”.
Según la acusación que hace la dependencia estadounidense ante la Corte del Distrito Sur de California, Sánchez López conspiró para traficar drogas y lavar dinero a favor del Cártel de Sinaloa.
Esto lo sostiene con dos intervenciones telefónicas y los testimonios de una persona que fue capturada en EU, a la que vincularon como traficante, pero le ofrecieron ser un agente encubierto y ahora lo identifican como “Colaborador”.
La primera intervención telefónica fue realizada en septiembre de 2013, cuando Sánchez López era diputada local electa. Aquella vez utilizó el pseudónimo de “Piedra” para hablar en nombre de Guzmán Loera y compartir contactos.
Aasí como dar indicaciones para realizar transacciones económicas por 500 mil dólares. La segunda intervención telefónica fue en enero del 2014, sobre los mensajes de la entonces legisladora.
En ellos Sánchez López utilizó el pseudónimo “Maico” para indicar cómo debían recogerse 380 mil pesos para el tráfico ilegal de drogas. La HSI cita el testimonio del “colaborador”, quien entró en comunicación directa con una persona que se hacía llamar “Tere” y quien pretendía contactar a los hijos del líder del Cártel de Sinaloa.
El “informante” -destaca el documento legal-, se reunió con la mujer, quién dijo ser novia de “El Chapo”. Luego, por solicitud de los agentes, identificó a Lucero Sánchez López con una fotografía como “Tere” o “Maico”, sobrenombres con los que se presentó.
La ex diputada pidió ayuda al “informante” para contactar a “Los Menores”, como se referían a los hijos del capo, pues era necesario entregarles mercancía proveniente del costarricense Óscar Berrocal Sandi, que operaba para el Cártel de Sinaloa desde Ecuador.
Guzmán Loera fue recapturado por segunda ocasión el 6 de enero de 2016, y en la actualidad se encuentra recluido en un Centro Correccional de Nueva York, acusado de tráfico de drogas y lavado de dinero.
La ex diputada local por Cosalá sólo subió tres veces a tribuna en su carrera política, una de ellas para denunciar supuestos abusos de la Secretaría de Marina en la Sierra Madre Occidental.
La ex legisladora supuestamente usó una credencial de elector falsa, con la que presuntamente visitó en 2014 a “El Chapo”, cuando éste aún permanecía recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1, El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, en el Estado de México, antes de su fuga, ocurrida en junio del 2015.
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