En Baja California sólo seis de los 22 centros médicos certificados para trasplantes tienen las condiciones para realizar intervenciones de córneas, mientras que el resto se especializa en el trasplante de riñones y otros órganos, informó el doctor Edgar Castillo, secretario técnico del Consejo Estatal de Trasplantes.
Fue en el año de 1994 cuando se registró el primer trasplante en Baja California, en una unidad del ISSSTE en el municipio de Ensenada, desde entonces y hasta el 2018 en el estado se han realizado 1 mil 227 de estos procedimientos.
“Para 2019 pretendemos que el trasplante de córnea pueda realizarse también en hospitales del sector de salud público, dado a que actualmente sólo se realizan en hospitales privados de la región”, informó el doctor Castillo.
Será el Hospital General de Mexicali, el nosocomio público, que comenzará en este 2019 a realizar trasplantes de córnea, también se espera que incrementen las posibilidades para trasplantar hígado.
Indicó que hasta el momento no había sido posible llevar a cabo esto, a pesar de que en la región se contaba con el personal adecuado, sin embargo hacía falta el equipamiento como un refrigerador para conservar las córneas y un microscopio específico para medir las células de cada córnea y poder evaluarlas antes de trasplantarlas.
Detalló que del total de trasplantes que se han hecho en las últimas dos décadas, es el riñón el que ocupa el 50% de estos procedimientos, en segundo lugar queda la córnea con poco menos del 45% y en tercer lugar se encuentra el hígado, órgano del cual únicamente se han realizado nueve trasplantes.
Abundó que es importante fomentar la cultura de la donación de órganos en el estado, en 2018 la donación cadavérica -paciente fallecido- avanzó hasta alcanzar el 40%, siendo que en años anteriores esta cifra no rebasaba el 25% en lo que respecta a la donación de riñones que en la mayoría de los casos se obtienen de un donador con vida.
“Se debe hablar de la donación altruista dentro de las familias, que todos sepan que integrantes están dispuesto a donar sus órganos después de su fallecimiento. En ocasiones los familiares de un paciente terminal o que sufrió un accidente no sabe de sus intenciones de donar y no accede a hacerlo”, añadió.
Explicó que actualmente en Baja California hay una lista de espera de 146 pacientes, de los cuales más de la mitad requieren un trasplante urgente de riñón al ser enfermos de insuficiencia renal, sobre el tiempo de espera declaró que este varía entre 1 a 5 años, dependiendo a qué institución de salud pertenezca el paciente.
“Lamentablemente esta cifra va a creciendo año con año y ya no es suficiente el donador vivo, sean familiares o no del enfermo, por eso seguimos promoviendo la conciencia de donar después de fallecer”, puntualizó el doctor.
