Este 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como Presidente de la República, posterior dio un discurso ante más de 100 mil ciudadanos en el Zócalo de la Ciudad de México.
En este mensaje el tabasqueño reafirmó su intención de cancelar la reforma educativa aplicada durante el sexenio de su predecesor Enrique Peña Nieto, punto que para los expertos es un “revés” a la educación en México.
El analista político Fernando Dworak declaró que es responsabilidad del Presidente presentar una propuesta de mejora para el rubro educativo, de lo contrario López Obrador solo está repitiendo “los discursos políticos del Siglo XXI”.
“Se requiere una reforma educativa mucho más sólida que la que podría sugerir un sindicato hecho para consquitar y mantener el poder”, expresó Dworak.
El analista ahondó que la estrategia política de López Obrador no corresponde a la de un estadista, sino a la de un líder de masas que continuará aplicando la división y polarización entre la ciudadanía que ha usado duranre toda su carrera política.
Esta idea fue compartida también por el presidente nacional de la Coparmex Gustavo de Hoyos, que declaró a El Universal que “el mensaje de toma de posesión del Presidente, es un mensaje que tiene un saldo claramente negativo, escuchamos expresiones polarizantes y maniqueas, cargadas de ideología retrógrada. Preocupa la forma en que se descartan reformas hechas en el país en el ámbito energético y en el educativo”.
De Hoyos también declaró respecto al ámbito educativo que espera que el Gobierno de López Obrador no recurra a los sindicatos, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y evite establecer cualquier pacto con estos.
También pidió la permanencia de las evaluaciones docentes y una garantía para transparentar la aplicación de los recursos, “porque preocupa que no se haya hablado de fortalecer financieramente a la educación superior, solamente se dice que se abrirán nuevas universidades”.
