En los últimos días, el magisterio de Baja California, tanto docentes activos como en retiro, han salido a tomar las calles de los cinco municipios, así como cerrar las oficinas de las Comisiones Estatales de Servicios Públicos y de Recaudación de Rentas para exigir el pago de pensiones y aguinaldos al gobierno estatal.
Son movilizaciones sin precedentes con miles de participantes, que incluso han logrado unir al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y al Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación (SETE), como fue el caso de la marcha del miércoles 12 de diciembre en Mexicali.
Desde el viernes 7 y lunes 10 de diciembre, por ejemplo, las oficinas de las paraestatales de servicios públicos fueron tomadas pacíficamente mediante la colocación de candados y cadenas para impedir durante todo el día el ingreso a los usuarios que llegaban a realizar cualquier pago o trámite al respecto de sus servicios.
“Nuestro grupo de maestros pensionados y jubilados son el más vulnerable del Magisterio y no podemos permitir que los afecten con sus desvíos de dinero. Por eso estamos aquí, para presionar al Gobierno a respetarlos”, declaró Jorge Arturo Ortega, uno de los maestros manifestantes.
El lunes 10 de diciembre la manifestación afectó 10 oficinas administrativas y dos puntos móviles de la CESPT en Tijuana, su director Germán Lizola declaró que las afectaciones se limitaban a los trámites administrativos, siendo que la operatividad de la paraestatal seguía funcionando a través de su personal de campo.
Sin embargo, las redes sociales de la paraestatal afirmaban lo contrario, en donde una publicación daba a conocer “ante la imposibilidad de contar con materiales y equipos para responder a los reportes ciudadanos por la interrupción de labores en las áreas administrativas, de atención telefónica y de almacenes”.
También el lunes 10 de diciembre, docentes mantuvieron cerradas las oficinas de Recaudación de Rentas de Tijuana por séptimo día consecutivo con pancartas en contra del gobernador.
Por su parte, personal del Cobach inició paro de labores desde el martes 11 por la falta de pago de su aguinaldo.
En Ensenada, ese mismo día, se escuchó: “Kiko ratero, en dónde está el dinero” durante el bloqueo de la avenida Reforma, la principal vía de la ciudad, entre el Centro de Gobierno y el CBTIS, en Ensenada.
Es la peor humillación que nos ha hecho un gobierno, dijo Martín Arce, director de educación especial, mientras mostraba una pancarta con la leyenda “Kiko ya paga o renuncia”.
También en ese municipio, manifestantes tomaron las oficinas y módulos de cobranza de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) y Recaudación de Rentas del Estado.
El miércoles unos mil maestros realizaron dos marchas en la ciudad hasta terminar en la Plaza Cívica de la Patria, reclamando lo mismo: pago a jubilados, pensionados, interinos y los aguinaldos. En Tijuana, se reunió contingente de más de 5 mil afectados y en Mexicali, el número fue aún superior.
En la capital, participaron grupos de profesores Cecyte, Cobach, Secretaría de Salud, al igual que miembros del Sindicato Único de Trabajadores de Issstecali (Suti) y Grupo Gestor, así como contingentes en apoyo de la Organización de Pueblos y Trabajadores, integrantes de Mexicali Resiste, Comunidad Baja California BC, entre otros.
Las consignas en todo momento fueron la renuncia del Gobernador Francisco Vega de Lamadrid por los malos manejos dentro de la administración estatal.
El jueves 13 de diciembre, las movilizaciones en Tijuana se trasladaron a la toma de las casetas de cobro de las autopistas de Playas de Tijuana-Ensenada y Tijuana-Tecate para permitir el libre paso a los automovilistas.