Qué difíciles somos los seres humanos, que aun a la persona elegida como Presidente de la República le ponemos cuestionamientos sobre que no se van a poder realizar todas las promesas de campaña, y no nos acordamos de las anteriores promesas de los que han pasado a ocupar dicho cargo. Señalo que, con los partidos de oposición, los 32 estados y las tres mil y tantas presidencias municipales y tantas personalidades que medran del presupuesto nacional, porque en cada municipio existen extensiones de las Secretarías de Estado y las propias de cada municipio que lejos de ayudar al saneamiento, las corrompemos con nuestras propias actuaciones.
Si queremos un México sano, hay que creer primero en cada uno de nosotros y dejar que el presidente y sus Secretarios de Estado, Cámara de Senadores, de Diputados normen la pauta a seguir. Así que es hora de creer en las instituciones que llevamos al poder y dejarlas que trabajen, sólo nos queda esperar y no ponernos a cantar como jilgueros de lo que tienen que hacer cada uno de los mandatarios que nos gobiernan.
Así es que todo ciudadano mexicano debe estar atento a no ser corruptos porque la corrupción somos todos, y eso es lo que no ha dejado de ser un país que no sabe de historia, que se queja de las cosas que aún no les ha caído la paja en su ojo, sino que la ven en el ajeno. México necesita ciudadanos comprometidos consigo mismos y después velar porque el compromiso ajeno también se cumpla.
No nos queda más que esperar a que las promesas de campaña del candidato triunfador, ya con el título de Presidente, y tanto estamos viendo que ya existe un cambio y ese lo veo desde mi visión de la historia. Todos los presidentes electos van a Estados Unidos de Norteamérica a ponerse a la orden del jerarca y lo nunca visto es que una delegación de funcionarios norteamericanos haya venido a entrevistarse con el Presidente electo y sus futuros secretarios de estado. Así es que nuevamente, insisto, a todo mi pueblo mexicano, es tiempo de creer y hacer las cosas bien.
Gracias y nos veremos el día 30 de noviembre del año 2024, para que el pueblo juzgue su mandato.
Atentamente:
Dr. J. Fernando Jaramillo
